Llamado Mundial a la Acción contra la Pobreza
... se propone que crezca la comprensión sobre las desigualdades sistémicas en las finanzas y el desarrollo mundial

La iniciativa “Llamado Mundial a la Acción contra la Pobreza”, se propone que crezca la comprensión sobre las desigualdades sistémicas en las finanzas y el desarrollo mundial, elevar las demandas de la sociedad civil de reformas en la deuda, los impuestos, la ayuda y el financiamiento climático, y fortalecer los esfuerzos nacionales de promoción que alimentan el proceso de la Cuarta Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Financiación para el Desarrollo, que se celebra en Sevilla, España, del 30 de junio al 3 de julio.
Esta iniciativa es una red de 18 mil 400 Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) que se agrupan en 66 Coaliciones Nacionales y en grupos de mujeres, jóvenes y personas socialmente excluidas, entre otros. Apoya a las personas en sus luchas por la justicia y reúne a individuos y organizaciones para desafiar a las instituciones y procesos que perpetúan la pobreza y las desigualdades. Y también defienden y promueven los derechos humanos, la justicia de género, la justicia social, la justicia climática y la seguridad necesaria para la dignidad y la paz de todas las personas.
Se autodefinen como: “Un movimiento liderado por el Sur Global, compuesto por redes de la sociedad civil, sindicatos, activistas y académicos, basados en nuestros valores comunes de inclusión y solidaridad, unidos por la justicia económica. Nuestra movilización colectiva involucra a legisladores, líderes políticos y al público en general, tanto a nivel nacional como internacional, para impulsar un cambio sistémico”.
En la región de América Latina participan OSC de ocho países, entre ellos México. De cara a la conferencia de Sevilla, las OSC integrantes del “Llamado Mundial a la Acción contra la Pobreza”, han elaborado una declaración en la que entre otras cosas se dice: “(…) casi uno de cada tres países se enfrenta a una catastrófica crisis de deuda, la mayor en una generación.
“En lugar de financiar la sanidad y las escuelas, los países de bajos ingresos se ven obligados a pagar miles de millones a acreedores adinerados, con tipos de interés desorbitados, mientras instituciones como el FMI y el Banco Mundial imponen una austeridad brutal. Cuando fallan los servicios públicos, las mujeres y las niñas soportan la mayor parte de la carga, ya que realizan la mayor parte del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado”.
Y añaden que “en el corazón de esta injusticia se encuentra un sistema financiero global obsoleto que alimenta la desigualdad y la crisis climática” y por eso demandan a los jefes de Estado reunidos en Sevilla: 1) Cancelar la deuda de los países pobres; 2) Transformar el sistema financiero obsoleto y manipulado por uno justo, democrático y transparente bajo el amparo de la ONU; 3) Elegir la Esperanza y la Justicia. La construcción de economías justas requiere: a) Gravar a los superricos y a las grandes corporaciones para reducir la desigualdad; b) Garantizar servicios públicos como la salud, la educación y la protección social para todos; c) Acelerar una transición justa para las personas y el planeta, incluyendo una transición justa, equitativa y con plazos definidos para abandonar los combustibles fósiles, así como la protección de la biodiversidad y los medios de vida de las comunidades.
Los integrantes de la iniciativa finalizan su declaración: “Creemos un nuevo sistema financiero para prevenir futuras crisis de deuda, poner fin a la austeridad, crear un sistema tributario progresivo y abordar el cambio climático. Nos comprometemos a permanecer unidos y a visibilizar nuestros valores y reivindicaciones en todas partes, para que todos los gobiernos sientan la urgente necesidad de actuar”.
Rubén Aguilar Valenzuela
@RubenAguilar
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