¿Elección legítima?
La acumulación de poder terminará en desastre, sin democracia, sin dinero y con las instituciones colapsadas.
Durante el siglo XX el poder en México se mantuvo concentrado, con el paso de los sexenios se dieron diversos movimientos que ponían en entredicho aquella legitimidad construida al amparo de una Revolución que se alejaba en el tiempo y que el oficialismo edulcoraba, el movimiento estudiantil del 68 evidenció que el régimen se encontraba agotado.
Los políticos lo sabían, en 1974 el Instituto Mexicano de Opinión Publica realizó la primera encuesta para identificar quién debería de ser el próximo candidato a la Presidencia de la República, los resultados coincidieron en una diferenciación:
El preferido: Mario Moya Palencia; el aceptable: José López Portillo; el consentido: Porfirio Muñoz Ledo. La designación recayó en el confiable: José López Portillo. La campaña no tuvo opositor, se convirtió en una gira donde el ritual consistía en recorrer el País prometiendo y cautivando, no en llamar a las urnas.
Fue la confirmación de un sistema acabado, un Estado moderno debe de estar democráticamente representado por medio de una elección libre, los excluidos se manifestaban violentamente.
Para 1977 el Presidente acompañó una reforma política que revitalizó las Cámaras con la presencia opositora, gracias a esta legislación, el escenario político cambió y la transición democrática se llevó a cabo pacíficamente.
El sexenio de López Portillo terminó en un paroxismo nacionalista, el poder desbocado se había transfigurado en una dramática representación con lágrimas y reclamos, no obstante, aquel acto inicial en su Gobierno sentó los cimientos democráticos.
Hoy tenemos una regresión autoritaria y distópica, el populismo irracional y dictatorial nos llevará a un lugar inadmisible de indefensión y precariedad, la acumulación de poder será motivo de graves injusticias y descalabros.
Ante la insistencia en la semejanza entre el largo régimen priista y el morenismo hay una característica central que los hace diferentes, a partir de los años setenta los primeros entendieron para qué era el poder, limitado e intransferible, este se compartía incentivando instituciones independientes y dando espacio a los otros poderes.
Lo que ofrece el actual régimen es la incompetencia y el encumbramiento de personajes nefastos, el mirreyismo guinda, el populismo pop en combinación con un indigenismo exacerbado, toda una síntesis del oportunismo con diferentes atuendos.
La acumulación de poder sin más objetivo que la destrucción será devastador, alegar que la mascarada judicial fue un éxito es uno de los peores disparates que hemos presenciado junto a los elegidos con trayectorias abominables, los organismos internacionales dan nota reprobatoria y comienzan los cuestionamientos en distintos ámbitos: La OEA denuncia el uso de acordeones y duda de la independencia judicial, la ausencia de votantes y el uso faccioso de la comunicación oficial intentan defender el absurdo.
“De acuerdo con la visión populista del poder y la legitimidad, quienes encarnan la representación exclusiva del “pueblo bueno y virtuoso” tienen derecho a gobernar de forma ilimitada. Tal expectativa no sólo es contraria al Estado de Derecho y los pesos y contrapesos, sino que tampoco es democrática, pues la democracia implica el respeto de libertades de expresión y asociación, el pluralismo y la rendición de cuentas.
La democracia implica, más aún, mantener abierta la posibilidad de que los gobiernos representen a mayorías plurales en sí mismas, que se configuren y reconfiguren en el proceso político”. (Alejandro Monsiváis Carrillo: Populismo, repertorios autoritarios y subversión de la democracia, Revista Mexicana de Sociología, UNAM, agosto 2023.)
La acumulación de poder terminará en desastre, sin democracia, sin dinero y con las instituciones colapsadas, mientras, el oficialismo y sus representantes se desgañitan haciendo ridículos defendiendo una farsa y desgarrándose las vestiduras por un mirrey.
*Ex presidente de la Sociedad Sonorense de Historia, colaborador en temas históricos, políticos y culturales distintos medios de comunicación. Ex funcionario cultural, actualmente dedicado a su práctica privada como odontólogo.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí