Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Sonora

El valor de la palabra

La realidad es que los ahorros prometidos por López Obrador y Durazo no existen más que en su mente, la marcha ascendente en términos reales de los presupuestos es inocultable.

En campaña tanto López Obrador como Durazo Montaño prometieron austeridad, ahorros millonarios, primero los pobres, no incrementar impuestos, combate a la corrupción y no endeudar más al Gobierno entre muchas otras promesas en el camino al poder. Atractiva oferta política de ambos bajo la bandera de la auto llamada Cuarta Transformación bajo los principios de no mentir, no robar, no traicionar.

El 7 de junio de 2021, un día después de la elección que le dio el triunfo, Alfonso Durazo declaró: “No habrá más impuestos ni se incrementarán los existentes y no se contraerá más deuda en proporción al Producto Interno Bruto del Estado”, congruente con lo que había venido ofreciendo en campaña en materia de impuestos y acotando su promesa en materia de deuda aún antes de asumir el cargo. En el discurso inaugural ofreció ahorros por 4,500 millones de pesos en el primer año mediante el impulso de “un riguroso plan de austeridad y reorganización del gasto”.

El 15 de noviembre se presentó a consideración del H. Congreso del Estado de Sonora el paquete fiscal que contiene las iniciativas de Ley de Ingresos para el Estado de Sonora 2023, Presupuesto de Egresos y modificaciones a diversas disposiciones fiscales.

Se propone para 2023 ingresos por $76,337 millones de pesos, un incremento sobre el presupuesto de 2022 de $8,406 mdp, el 12.37%.

Para lograrlo se estima recaudar en 2023 $5,775 mdp de impuestos, 30.7% sobre 2022; $2,585 mdp de derechos, 3.2% adicionales; $55,878 mdp de participaciones, aportaciones, convenios, incentivos derivados de la colaboración fiscal y fondos de distintas aportaciones, 14% más que en 2022; $18,818 mdp de transferencias, asignaciones, subsidios y subvenciones y pensiones y jubilaciones, 0.7 % adicional; $1,000 mdp vía deuda de corto plazo; así como productos por $9.3mdp, aprovechamientos por $262.9 mdp así como ingresos por venta de bienes, prestación de servicios y otros ingresos por $10.6 mdp.

En materia de disposiciones fiscales resaltan los cambios propuestos a la Ley de Hacienda del Estado de Sonora en su artículo 8 para incrementar el impuesto sobre hospedaje del 2 al 3%, al artículo 216 relativo al impuesto sobre remuneraciones al trabajo personal incrementado la tasa impositiva del 2 al 3% y la adición de un artículo 221 BIS-1 para especificar que los pagos por concepto de impuesto sobre remuneraciones al trabajo personal no causaran impuesto para el sostenimiento de las universidades de Sonora y las contribuciones para el consejo estatal de Concertación de obra pública ni las contribuciones para el fortalecimiento de la infraestructura educativa, tres impuestos asociados con una tasa del 15%. Esta última modificación es en reconocimiento a la inconstitucionalidad de pretender cobrar un impuesto o contribución sobre un impuesto. Se deja sin cambios el problemático artículo 218 que modifica la base de comparación con otros estados. Vía amparo algunas empresas sonorenses hoy en día pagan una tasa del 2% vs. el 2.9% que por incluir dichos impuestos asociados el Estado viene cobrando.

El debate público girará alrededor del incremento al llamado Impuesto Sobre Nómina del 2 al 3%, representa el 63.6% de los impuestos que el Estado pretende recaudar en 2023. Representa además impuesto de referencia en materia de comparación impositiva en el cual compiten los estados de la República en materia de atracción de inversiones, la mayoría de los estados tienen tasas del 3% con una base distinta. El argumento de que la tasa efectiva para 2022 es de 2.9% y el incremento a 3.0% no es significativo, cuando el 0.9 % de sobre tasa en realidad refleja un cobro sin sustento constitucional.

El hecho incontrovertible es que la pretensión es subir la tasa del 2 al 3%, el efecto en la competitividad comparativa de Sonora estaría por supuesto sujeto a debate. La exposición de motivos argumenta: “El aumento en la tasa que se propone del 2% al 3%, realmente no constituye un incremento, ya que al restar las contribuciones antes mencionadas a los contribuyentes de este impuesto aportarían casi lo mismo que hoy en día; pero además se les facilitaría el cálculo”. Eufemismos valientes para esconder la pretensión de incrementar impuestos. La cosecha de impuestos anticipada para 2023 es superior en $1,355 mdp, un “casi” nada despreciable.

La realidad es que los ahorros prometidos por López Obrador y Durazo no existen más que en su mente, la marcha ascendente en términos reales de los presupuestos es inocultable. Ahorro es cuando se deja de gastar, lo que hay es incrementos y reorientación del gasto público a proyectos emblemáticos. A nivel federal la promesa de no incrementar impuestos se ha honrado, a nivel estatal de aprobarse la iniciativa se estaría repudiando. En materia de no endeudarse el Gobierno federal en su quinto año habrá duplicado la deuda pública, el Estado en su segundo presupuesto que somete a consideración del Congreso nuevamente va por más deuda de corto plazo.

Alfonso Durazo como gobernador electo enunció: “Creo en la política como sinónimo de servicio, no hay espacio en mí para el ejercicio cínico del poder”.

Es adverso el juicio popular de los políticos de acuerdo a las encuestas, la palabra en campaña dista mucho de la acción ya en el cargo. Diógenes de Sinope deambulaba por las calles de Atenas en el siglo cuarto a.C. con una lámpara en busca de un hombre honesto.

Seguimos los ciudadanos en la tradición de Diógenes, en busca de hombres honestos. La incapacidad patológica de los “políticos profesionales” de honrar la palabra y juramento nos obliga a dirigir la lámpara en otra dirección en busca de nuevos gobernantes.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados