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Espejismo

Es evidente que para López Obrador no hay metas, sólo obsesiones.

Esta semana el Fondo Monetario Internacional recortó su pronóstico de crecimiento del PIB mexicano de 2.4% a 2.2% para 2022, manteniendo su pronóstico de 1.2% para 2023. Analistas del sector privado pronostican 1.15% y BBVA por su parte pronostica un 0.6% para 2023. Para 2023 el pronóstico para las economías avanzadas es de 1.1% y para las emergentes y en desarrollo de 3.7%. Se anticipa que la Reserva Federal de Estados Unidos continúe con su política monetaria restrictiva aumentado su tasa de referencia en 75 puntos base en noviembre y diciembre, una respuesta similar se espera por parte del Banco de México, desacelerando aún más la economía y complicando las finanzas públicas derivado de los niveles de endeudamiento y necesidades federales.

Complicado para México el panorama económico. Originado por factores externos y decisiones erráticas en la conducción de la economía por parte del Gobierno federal. El próximo Gobierno tendrá que iniciar tomando decisiones dolorosas para revertir la espiral descendente en la que nos encontramos.

Es evidente que para López Obrador no hay metas, sólo obsesiones. Las metas generan rumbo, conduciendo hacia un futuro mientras que las obsesiones se anclan en un pasado imposible de superar. Las metas permiten alterar el rumbo si las condiciones cambian dando espacio para la duda, reflexión y escucha, mientras las obsesiones precluyen cualquier duda, reflexión o cambio. La evidencia no importa si esta no se ajusta a sus planes o su visión del mundo. Elena Poniatowska esta semana hace un llamado importante al Presidente: “Yo le diría que tiene que abrirse a la crítica, aceptar lo que otros le dicen, aceptar que él se puede equivocar”.

Lord Kelvin sostenía que: “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”. En el modelo de evaluación de López Obrador sólo importa el nivel de popularidad personal que utiliza para seguir evadiendo los resultados de su gestión, culpar a los actores del pasado, repudiar sus promesas y vender espejismos. El sistema de salud “como Dinamarca”, crecimiento económico a 5% anual, retirar al ejército de las calles, etc. Así como muchas otras promesas olvidadas y regurgitadas de nuevo con modalidades, tiempos y alcances diferentes, el comportamiento errático ya es inocultable.

La transparencia y rendición de cuentas es un pilar de nuestro sistema de Gobierno, transparencia que sigue sin cumplirse plenamente, no obstante que el artículo 6to Constitucional en su evolución de 1997 hasta la reforma de 2014 obliga a los gobiernos. Por lo que corresponde a la rendición de cuentas, se ha avanzado mucho en la difusión de los informes de Gobierno y sus anexos estadísticos los cuales nos permiten contrastar el discurso contra el dato duro, estando muy lejos aún de una rendición de cuentas puntual y oportuna.

Esta semana en cumplimento con el artículo 46 de la Constitución de Sonora, Alfonso Durazo entrega al Congreso del Estado el informe que guarda la administración pública en sus diversos ramos, procediendo posteriormente a dar un largo discurso relativo al informe con un énfasis sobre acciones futuras y del Gobierno federal. Generalmente los informes giran sobre el pasado y presente de la gestión a cargo del gobernante, las promesas son sobre acciones futuras. Es importante comunicar sobre obras o programas, declarando que están en sus etapas de planeación o en proceso si fuera el caso. Por otro lado el anunciar la obra federal en el marco de un informe de Gobierno estatal bajo el auspicio del artículo 46 está fuera de todo lugar en un régimen federal. Si bien el artículo 79 de la Constitución local sobre las facultades del Gobernador dice en su fracción XVI: “Celebrar convenios con el Ejecutivo federal, en los términos de Ley, de los que se deriven la asunción por parte del Estado de funciones, la ejecución y operación de obras y la prestación de servicios públicos del Gobierno federal…” este claramente habla de asunción de funciones por parte del Estado, las cuales en caso de existir, tendrían que obligadamente ser parte del informe.

Es importante hablar de federalismo como una aspiración en proceso en el marco del pacto federal de la República mexicana, el cual a diferencia de otros regímenes federales no nace de un pacto de estados independientes. Encuentro en el discurso actual esbozos de una descentralización donde el centro delega ciertas funciones a los estados manteniendo el control, en un auténtico federalismo serían los estados quienes delegan ciertas funciones al Gobierno federal, tales como defensa y relaciones exteriores.

El dejar en manos del Gobierno federal el impulso sobre el desarrollo del Estado es abdicar a tener control sobre la agenda y aceptar como dadas las prioridades, es este caso de un solo hombre, que de acuerdo al presupuesto de egresos de la Federación 2022 e iniciativa de 2023 están en proyectos y programas emblemáticos de López Obrador, entre los cuales está el atender a la tribu yaqui.

Sueño con un Sonora donde impere el Estado de Derecho. Un Sonora libre, autónomo y soberano. ¿Usted?

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