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Cristal

La retórica ya no alcanza, la realidad ya es inocultable, viven en un palacio de cristal.

La democracia se nutre de la transparencia.

En toda democracia existe el dilema entre el interés legítimo de los ciudadanos de conocer el estado que guarda la administración pública y la natural predisposición de los gobernantes a mantener en secreto la mayor cantidad de información posible, la visión patrimonialista de los depositarios temporales del poder público pervive. En una democracia moderna es insostenible fincar la legitimidad en salir todos los días a intentar tapar el sol con un dedo, la avalancha de revelaciones no voluntarias en estos últimos días representan un reto a la capacidad de gestión del Presidente y una oportunidad a los ciudadanos de exigir la rendición de cuentas. La retórica ya no alcanza, la realidad ya es inocultable, viven en un palacio de cristal. En la antigua Atenas vía el ostracismo desterraban a quienes se consideraban potenciales tiranos o amenazas para el Estado, como le sucedió a Tucídides.

El pasado mes de febrero el Presidente afirmaba que la economía crecería al 5% en 2022, en mayo presentaba el “Paquete contra la inflación y la carestía” con el cual se pretendía enfrentar los efectos de la inflación en la canasta básica, declaraba también en mayo que “la política de endeudamiento como escape a circunstancias complicadas o para salvar al empresariado no es opción para esta administración de Gobierno”. La realidad es que de acuerdo a las estimaciones optimistas del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, el crecimiento del PIB en México para el cierre de 2022 será de 2.4%, la inflación al consumidor sigue en 8.70% sin cambio a septiembre, al productor en 8.37%, una disminución de mes a mes de 0.43%, donde los precios de las actividades primarias y terciarias incrementaron 0.51 y 0.53%, respectivamente; mientras que las secundarias disminuyeron 0.41%. Por lo que corresponde a Índice de Precios de la Canasta de Consumo Mínimo este se mantiene sin cambios en 9.60%. Al mes de agosto de 2022 la deuda del Gobierno federal se incrementó en 757,061.3 millones de pesos.

Esta semana se anunció un nuevo impulso de contención de la inflación en la canasta básica, un “Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía” o Pacic 2.0, el cual, al igual que el anterior, no deja de representar buenas intenciones con pocas probabilidades de éxito. Preocupa que para este propósito el Gobierno federal otorgue a las empresas firmantes una Licencia Única Universal que, las exime de todo trámite o permiso, incluyendo aquellos del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad y de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios, así como del impuesto general de importación. Anunciando que cancelarán, por el periodo del acuerdo, la exportación de maíz blanco, frijol, sardina y chatarra de aluminio y acero utilizado en los envases de alimentos. El poner en riesgo la sanidad de las regiones productivas, la inocuidad de los alimentos, así como cerrar fronteras a la exportación son medidas equivocadas, las cuales de permanecer causarán más daño que beneficios. Como medida para atenuar los efectos de la inflación propongo hacer valer el Estado de Derecho así como eliminar los costos relacionados con inseguridad y corrupción.

Hemos regresado al Gobierno por decreto, donde la realidad es la que el Presidente ordena, ejemplificado en las equívocas y erráticas medidas para complacer y alimentar en el corto plazo una narrativa triunfalista.

No obstante la narrativa presidencial, no existe en el ánimo público la visión de que entre los mexicanos estamos confrontados, el buscar que seamos entre ciudadanos enemigos sólo alimenta la política de identidad y división que beneficia a la partidocracia. En estas semanas hemos observado la moral fluida de los “políticos profesionales” donde sus “principios” están el mercado de las ambiciones, o sus miedos, en venta.

El pasado trágico, o maravilloso, de acuerdo a la interpretación histórica o estado de ánimo presidencial, nos presenta una conversación revisionista coloreada por resentimientos que son repetidos y amplificados desde el púlpito, divide entre buenos y malos bajo el rasero de si se comparten dichos resentimientos, filias y fobias. Esta visión maniquea del mundo impide sanar las heridas del pasado puesto que todos, de acuerdo a nuestro devenir histórico, interpretamos el mundo bajo la óptica del cristal con el que miramos. Una vez sanadas las heridas podremos conversar sobre el futuro y ver con claridad el presente. Ese presente donde los datos son únicos y las interpretaciones desde cada trinchera son diferentes. La inamovilidad derivada de esta guerra de trincheras nos da como resultado una administración fallida, donde el retroceso de México en materia de seguridad, economía, salud, educación, democracia y combate a la corrupción es evidente. En lo que desafortunadamente cada día sí se va forjando un consenso es en las consecuencias de este fracaso, el creciente número de muertos, heridos y desaparecidos ya no se puede ocultar. Existe entre los mexicanos una lectura compartida de la realidad, solamente el Presidente insiste en negar esta realidad para vivir en su mundo de fantasía de los otros datos, auxiliado y aislado de la realidad por su decreciente corte de genuflexos aduladores.

Ante la nueva realidad es momento de conversar sobre el futuro desde la sociedad.

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