A sus 72 años, don Miguel Ángel Díaz Armenta hace ladrillos artesanalmente, bajo el sol abrasador del norponiente de Hermosillo. Con más de 45° Centígrados, acepta que el trabajo es duro, pero no tiene opción: “Es muy duro, pero no nos queda de otra”, ni siquiera la ola de calor extremo que registra en uno de los fines de semana más calientes en Sonora, de casi 50°C.