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El Imparcial / Tijuana /

PORQUE CELEBRAR A LAS MADRES

Este fin de semana, a ambos lados de la frontera, se celebra el día de las madres. En Tijuana, como es costumbre, el 10 de mayo; y en Estados Unidos el domingo más próximo, más o menos. Y es obvio porque las festejamos, pero hay que analizar el papel de las madres en la era moderna, además de ser las que nos traen al mundo, las que nos cuidan, las que nunca dejan de querernos, y las que siempre trabajan, hoy ya en cualquier ámbito.

Uno de los aspectos más destacados de la edad moderna es el de la familia. La familia es la mejor forma de organización social, un aspecto fundamental y un pilar básico sobre el cual se asienta y organiza la sociedad a lo largo de la historia.

La figura de la familia ha tenido algunas variantes. Así, hemos pasado de un modelo familiar donde la mujer era considerada un ser inferior; a una familia moderna y democrática, donde la mujer juega o debería jugar en las esferas pública y privada la misma consideración y trato de que el hombre, en estricta igualdad y consideración. Si algo falla, es sin duda alguna por la persistencia de prejuicios y valores patriarcales en nuestra sociedad.

Por ciertas razones mencionadas, el matrimonio como fin y expectativa de la vida de muchas mujeres, fue la institución a la que eran instruidas y posteriormente, encerradas de por vida. Era una triste realidad materialista del matrimonio. Y dentro de esa lógica matrimonial que era el interés de las grandes familias de las épocas (no olvidar las grandes alianzas políticas entre familias e imperios se hacían a través de enlaces matrimoniales de los hijos) como es evidente la mujer jugaba un papel de sumisión y dedicación plena. Hoy en día, la cuestión es distinta. La mujer, además de ser madre, trabaja, destacando por sus estudios, su inteligencia y, sobre todo, por sus actuaciones públicas en un mundo antes reservado para los hombres.

El día de las madres, debemos de festejar con admiración y gratitud, a todas aquellas mujeres que han dado a luz, pero que además luchan, demandan, exigen y transforman el mundo, arriesgando por la lucha de la igualdad de género en todas las facetas: social, político, legal, económico y familiar.

Si bien es cierto, todavía nos falta mucho por recorrer para conseguir una verdadera igualdad de género, no se puede negar que se ha avanzado. Hoy, la mujer, la madre, se ha liberado mental y emocionalmente para encontrarse con ellas mismas. El proceso ha sido intenso y ha tenido avances muy productivos a favor de la mujer, contra siglos pasados de supresión y opresión contra ella.

Ser feminista hoy, es que el espíritu femenino salga del corazón y atraviese cualquier muralla. Ser feminista no significa declarar la guerra a los hombres. Todas las madres de hoy solo sueñan con que algún día, les puedan entregar a sus hijos un mundo mejor.

 

 

* El autor es asesor administrativo, presidente de Tijuana Opina y coordinador de Tijuana en Movimiento.

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