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La poesía bajacaliforniana en dos libros

En los últimos años se han publicado, en nuestra entidad, dos estudios sobre la poesía bajacaliforniana.

Gabriel  Trujillo

En los últimos años se han publicado, en nuestra entidad, dos estudios sobre la poesía bajacaliforniana. Esto, para los conocedores de este género literario, es un verdadero acontecimiento que hay que celebrar: el que la poesía de nuestro estado se le preste la atención debida, la que merece por su amplio repertorio de poetas que, desde finales del siglo XIX, la escriben, la cantan y la difunden entre propios y extraños. Pero es especialmente importante porque ambos estudios reconocen el gran número de obras tan significativas que nos han legado quienes la practican: poemas amorosos, patrióticos, regionalistas, jocosos, experimentales, clásicos, barrocos, urbanos, fronterizos, testimoniales, himnos a la naturaleza peninsular, a la historia personal o colectiva, a la identidad bajacaliforniana, entre muchos otros temas que se han arraigado en nuestro paisaje poético.

Los dos libros que examinan las aportaciones líricas de Baja California a la poesía mexicana son: Cantos para nombrar un espejismo. Visiones poéticas sobre Baja California 1740-2020 (Ilcsa ediciones, 2021) de Gabriel Trujillo Muñoz y Entresiglos. La poesía en Baja California (1985-2022) (Secretaría de Cultura de Baja California, 2023) de Humberto Félix Berumen. El primero en aparecer, Cantos para nombrar un espejismo, se remonta al siglo XVIII para abordar el desarrollo de la poesía en el septentrión bajacaliforniano, mientras que en Entresiglos los límites temporales son menores: van desde la aparición en 1985 de la antología Parvada. Poetas jóvenes de Baja California a nuestros días. En el caso de Humberto, su espacio de estudio apenas es de 37 años, pero hay que considerar que estos años han sido realmente pasmosos en movimientos, autores y obras de indudable valor.

El primer libro tiene el propósito de relatar, en sus poemas más representativos, esta historia: la de una Baja California que fue descrita, imaginada e inventada por poetas de toda índole, desde la cercanía a la lejanía, de tal forma que podamos apreciar las semejanzas y diferencias que sus textos líricos exponen sobre nuestra entidad. En su conjunto, estos poemas son cantos para nombrar un espejismo, en el entendido que cada uno de estos bardos lo vieron desde su peculiar perspectiva, ya fuera desde el interior de nuestra sociedad como desde fuera de ella. Al contrastar y confrontar estas visiones poéticas, al descubrir lo que dicen y lo que callan, lo que alaban y critican, podemos entender mejor los mitos y leyendas que rodean a nuestra entidad, las limitaciones de cada época histórica. Por último, en el capítulo final, se escudriña la poesía crítica sobre Baja California y sirve para equilibrar nuestra comprensión entre las alabanzas que ha recibido esta región de México y las críticas que le han hecho a lo largo de los siglos por ser frontera, lugar de paso, sitio de violencias desatadas. Y tal equilibrio se logra con el peso gravitacional de la palabra que pone las cosas en su lugar, que revela nuestros males y dolencias en versos precisos, en poemas de crítica social. En todo caso, la poesía nos ayuda a explorar los anhelos que nuestro estado ha provocado a lo largo de su desarrollo, los puntos luminosos y oscuros que han dado identidad a nuestra comunidad y que han servido de inspiración a propios y extraños.

En cuanto a Entresiglos, Félix Berupuntos su autor, señala que su proyecto comenzó siendo una antología de la poesía bajacaliforniana, pero terminó siendo, en el caso de este libro, la publicación del ensayo introductorio con sus respectivos ejemplos: “Las siguientes páginas corresponden a la propuesta de una antología posible de la poesía de Baja California publicada durante el periodo de entresiglos. El que va tentativamente de 1985 –cuando Gabriel Trujillo Muñoz dio a conocer su antología Parvada. Jóvenes poetas de Baja California– a las primeras décadas del presente siglo. En todo caso, nuestro autor entiende lo que quiere lograr, el propósito a compartir. Para hacer su estudio, nuestro autor divide a los poemas que conforman su texto crítico en varias categorías: los cultivadores de la imagen o la poética de la contención; el lirismo emotivo o la poética introspectiva; la estética de a cotidianeidad o la poética neorrealista; los constructores de lenguajes o la poética de la forma; la narratividad o la poética de la épica; el enmascaramiento del hablante o la poética de los disfraces; la irrupción de la libertad expresiva o la poética del deseo. Un reservorio de poemas que retratan lo que es ser bajacaliforniano, lo que significa escribir versos desde la frontera norte mexicana.

*El autor es escritor, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.

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