Día de definición

Por el derecho a la libertad de expresión.

El próximo martes 5 de noviembre llega a su fin el proceso electoral en USA. Ese día, desde mi punto de vista, Kamala Harris deberá ser declarada presidenta. Sin embargo, Donald Trump también podría lograrlo, pero tiene menos posibilidades. Su campaña ha estado llena de insultos, mentiras, acusaciones, amenazas, y actitudes negativas. Además, ya tiene determinado contra quienes lanzará sus acciones vengativas, surgidas de sus posiciones racistas. No obstante, solo tendrá cuatro años para llevarlas a cabo. No es mucho tiempo y tiene muchos obstáculos para lograrlo.

Dentro de ese contexto, no encuentro una explicación real y efectiva, que demuestre que existen suficientes datos para que sea la alternativa de algunos hispanos, pero lo es. Al inicio de su primera campaña, en la que derrota a Hilary Clinton, fue muy claro al describir a los mexicanos como violadores, drogadictos, desquiciados y sujetos que les quitaban el trabajo y sus pertenencias a los estadounidenses. Habló de una barda internacional la cual levantó, aunque no la pagó México como lo aseguró. Ahora dice que va a llevar a cabo la mayor deportación que haya habido, de personas sin documentación para estar legalmente en su país. Pareciera que una de sus metas es darle satisfacciones a su tendencia antiinmigrantes.

A su contrincante la ha tratado con menosprecio, calificándola de loca, mentirosa, ineficiente e incompetente y de que es la culpable de los problemas que tienen su país. Este discurso ofensivo no busca analizar correctamente a su opositora, sino crearles a los ciudadanos una visión distorsionada y equivocada de lo que Harris realmente es. El menosprecio va con el fin de que los votantes se dejen llevar por sus insultos, y emitan a su favor. Muchos norteamericanos ya lo conocen y saben cuáles son sus tendencias, por eso es por lo que es muy común, que cuando se expresan sobre Trump digan que es un hombre mezquino, vengativo, cruel e inestable.

Trump tiene una especial aversión hacia las mujeres, a quienes considera de menor valía frente al hombre. Piensa que es fácil aprovecharse sexualmente de ellas, y dijo en alguna ocasión, que con un solo beso caen rendidas y puedes hacer uso de ellas como quieras. Con esto como referencia, el género femenino debería de estar posicionado firmemente contra él y contra la posibilidad de que gane las elecciones, pero no ha sucedido así. Tiene una fuerte presencia femenina dentro de sus seguidores.

Los pronósticos para el resto del mundo en el eventual triunfo de Trump no son agradables. Su plan es iniciar pleitos con todas las naciones, porque su tesis principal es que se aprovechan de los Estados Unidos, y él salvará a su país de esos asuntos negativos. No obstante, no es mucho lo que logrará en ese sentido. Existe un sistema jurídico internacional al cual debe sujetarse, y además debe tener en consideración a la parte de la población que no votó en su favor, ni apoya sus planteamientos. Esto, eventualmente, le obligará a seguir lo que legalmente está obligado a hacer: respetar la Ley. Su intento por hacer la mayor expulsión de inmigrantes sin documentos no es el caso de enchílame otra. No puede deportar a muchos, porque las condiciones del empleo no le permitirán hacer lo que desee. Los efectos de la escasez de alimentos provenientes de los campos agrícolas, que son productos de primera necesidad, lo obligarían a ser mesurado, por las consecuencias que tendría el desabasto general. El punto malo para Trump es que de ser el candidato que iba adelante en las encuestas, ya fue alcanzado y rebasado, lo que indica la debilidad que tiene y las escasas posibilidades de ser triunfador. Ya tuvo su oportunidad y no convenció en su segundo intento, ni lo hará en el tercero. Vale.

* El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.