Proyecto

Al interior del oficialismo morenista se empezó a generar un fuerte alboroto ayer, cuando se conoció que el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Juan Luis González Alcántara Carrancá, presentó un proyecto que propone invalidar una parte de la mal llamada “reforma judicial”.

El proyecto presentado por el ministro, relacionado a las demandas de inconstitucionalidad presentadas por diversos partidos políticos nacionales, un partido político local y la minoría parlamentaria de una entidad federativa, tendrá que ser analizado en el pleno de la SCJN, presidida por la ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández, a quien el oficialismo morenista considera una enemiga, sobre todo desde que no se doblegó ante el ex presidente Andrés Manuel López Obrador.

La publicación del proyecto de sentencia en la página de la SCJN corrió como reguero de pólvora y causó enorme molestia en Morena y aliados, puesto que se debe recordar que la “reforma judicial”, elaborada y aprobada al vapor por la aplanadora morenista en la Cámara de Diputados, de Senadores y la mayoría de los congresos estatales, fue considerada por el entonces dirigente de Morena, Mario Delgado, como un “regalo” de despedida para López Obrador.

Por ese motivo, el oficialismo rechaza que la “reforma judicial”, donde el centro de todo esto es despedir a los actuales Jueces y Magistrados Federales, así como a los ministros de la SCJN, para elegirlos por el voto del pueblo, sea revisada y eventualmente desechada por la mayoría de los ministros del máximo tribunal del país.

Ahora bien, la gran pregunta es ¿qué pasará si la mayoría de los togados determinan que la reforma de marras es inconstitucional y se ordena echarla para atrás al menos parcialmente, pero tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo se niegan a cumplir?.

Por el momento, seguramente el primero que empezará a hablar contra el ministro González Alcántara Carrancá será el presidente del Senado, el morenista Gerardo Fernández Noroña, por atreverse a elaborar el proyecto de sentencia contrario a los deseos de López Obrador y el oficialismo morenista.

Aunque por el otro lado están quienes rechazan la “reforma judicial”, entre ellos Jueces, Magistrados y trabajadores del Poder Judicial de la Federación, así como abogados, estudiantes de derecho, empresarios e inversionistas, quienes ven en la Corte una luz al final del túnel que pueda poner orden y frene una crisis constitucional.

UNA SEMANA

Dentro de una semana exactamente a esta hora se estará viviendo en los Estados Unidos una de las jornada electorales más importante de los últimos años, donde los güeros decidirán si los demócratas continúan en la Casa Blanca con la actual vicepresidenta Kamala Harris, o si de plano deciden volver a meter al antimexicano y antiinmigrante Donald Trump para un segundo mandato.

La decisión que tomen los norteamericanos tendrá repercusiones a nivel mundial, sobre todo si gana Trump, porque entre sus promesas-amenaza está la de expulsar del país a millones de migrantes indocumentados, entre ellos o quizá la mayoría de origen mexicano, lo que para México representaría un grave problema humanitario sobre todo en la frontera norte.

A nivel mundial la situación también puede ser crítica, porque los analistas prevén, si gana Trump, un fortalecimiento del dictador ruso Vladimir Putin en sus planes de expansión hacia Ucrania, así como un distanciamiento con sus aliados de siempre.

Según las encuestas la carrera hacia la Casa Blanca va casi pareja, porque Harris supera por un punto porcentual a Trump, aunque se debe recordar que en el vecino país la elección no se decide por el voto popular, sino por medio de los votos electorales.

Pero como quiera que sea la elección está a la vuelta de la esquina.