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Extorsiones

El elefante en el cuarto, la extorsión. El más grave agujero en la seguridad, poco se habla de él en mucho por temor, frecuentemente justificado.

Ricardo  Menéndez

El elefante en el cuarto, la extorsión. El más grave agujero en la seguridad, poco se habla de él en mucho por temor, frecuentemente justificado. Hoy es el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, y los ojos de la ONU se ponen sobre los palestinos, así tiene que ser. Sin embargo, varias regiones del mundo lo padeceCFDI mos y es un fenómeno antiguo. Aunque el presidente idealice la forma social del mundo prehispánico, la realidad es que desde entonces existía un sistema de tributos. Cooperas o cuello. El Virreinato tuvo su forma de extorsión tributaria. Con la Reforma, gradualmente, pasó de ser una actividad gubernamental a una actividad delictiva. En nuestros días vivimos la ola de extorsión más alta de la historia moderna mexicana. Hoy es el limón, ayer el aguacate. Todos los días vemos en la pantalla y en las noticias actos fallidos de corrupción, incendios, ejecuciones. Inferimos las miles de historias que quedan en el terror de lo privado, de lo no denunciado. Pueden llegar al último rincón con una simple llamada telefónica. Se puede afirmar que es un signo de ingobernabilidad, no generalizo la palabra ingobernabilidad, la acoto a la inefectividad contra la delincuencia organizada. Es asombroso cómo grandes extensiones son cooptadas por una banda, para cuando llegan las fuerzas armadas ya se fueron a esconder, para regresar de nuevo. Las policías están expuestas a violencia y amenazas constantes, algunas cederán, aunque no participen, ellas también son objeto de la extorsión y, probablemente no se percaten. Los policías corruptos tienen que dar cuota o las consecuencias son graves, los que resisten tendrían que ser objeto de inyección de recursos, empezando por el sueldo. Un policía debe ser pagado igual o más que un profesional cualquiera, actualmente ganan una miseria. Eso los expone mucho, es la fecha que no escucho un voto de confianza con la policía de a pie, de patrulla. Esos que acuden cuando está sucediendo algo. Se ha abusado de la crítica a la frase de abrazos no balazos, aunque es cierto que resulta inapropiada para los ciudadanos de a pie. La preocupación oficial por disminuir el número total de muertos violentamente ha provocado demasiada tolerancia de las fuerzas armadas a afrentas de pobladores, la mayoría de los enfrentamientos de los que nos enteramos son de encuentros casuales en la ronda de vigilancia, los inevitables. Tiene que haber un programa inteligente y confidencial que permita frenar la extorsión, son delincuentes que dejan pistas por donde se comunican o visitan. Sucede en nuestras narices, pasamos por barrios y sabemos estamos frente a víctimas anónimas. Las cuotas o cobro de piso afectan a grandes extensiones del país. No hay alarmismo en señalarlo, es alarmante esté sucediendo por donde vayas.

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