Culturas nacionales

Me llamó la atención que hoy sea el día de las culturas nacionales, tema complejo por el riesgo de herir susceptibilidades. Tanto la autocrítica, como la del otro, resulta frecuentemente incómoda, las naciones tienden a privilegiarse a sí mismas, en el deporte, por ejemplo. La definición de cultura nacional que más circula en la red es la de Hofstede, un psicólogo social de los años ochenta. Revisé al autor y es muy interesante su fundamento, parte de afirmar que se trata de una programación mental colectiva, no en el sentido computacional sino en de la psicología cultural. Evocando el modelo estructuralista encuentra las siguientes características de una cultura nacional las llamó dimensiones culturales, empieza por diferenciar la distancia con el poder, entiéndase qué relación tienen con el poder. Desde la que acepta una clara jerarquía y grandes desigualdades, una monarquía, por ejemplo, o el otro extremo donde se espera más igualdad y distribución del poder. No necesariamente se traduce a izquierda o derecha, de hecho, hay que preguntarse por la izquierda contemporánea, ¿dónde está? Quizá en las cabezas de un puñado aún exista una lectura marxista de la sociedad, la realidad es que no hay un claro movimiento de izquierda tradicional, esa que se interesaba más por el trabajador que por el individuo. Según la 4T somos humanistas, según Trump somos socialistas y él mismo ubica a Kamala Harris como de extrema izquierda. Dime de qué lado estás y casi siempre vas a encontrar alguien más a la derecha o a la izquierda. Dice Hofstede que colectivamente evitamos la sensación de incertidumbre generando creencias y mecanismos mentales que nos tranquilicen respecto al futuro. Muy debatible resultaría el día de hoy sostener que hay culturas más masculinas o más femeninas, es políticamente incorrecto, pero muy interesante. No sé si vieron la ceremonia de inauguración de los juegos olímpicos el viernes, es muy ilustrativo de una cultura nacional francesa, en mucho europea, también. Me recordó el festival de Eurovisión, no entiendo el actual elogio del Drag. Este personaje siempre ha existido, ha sido un nicho semiprivado, ahora es algo más que público. También distingue culturas ahorrativas con visión a largo plazo, como China, de aquellos que buscan resultados rápidos. Finalmente distingue aquellas que tienden más a la moderación, China de nuevo, de aquellas como nuestro occidente que tiende a satisfacer los deseos individuales con complacencia. Como viejo escucho a los de más de 40 años también sorprendidos con las expectativas y exigencias de los jóvenes. Los derechos del individuo no se tocan, estos quedan sujetos a lo que cada quien indique sobre sí mismo. Algo que nos distingue en mucho al cruzar la línea son los lazos familiares, para bien o mal.

*El autor es siquiatra y ejerce en Tijuana.