NVIDIA fabricará supercomputadoras de IA en EEUU por primera vez y recibe apoyo de la Casa Blanca

Nvidia anunció este lunes una decisión clave para la industria tecnológica: por primera vez construirá supercomputadoras de inteligencia artificial dentro del territorio estadounidense. La iniciativa fue celebrada por la Casa Blanca, que la consideró un paso firme en el resurgimiento de la manufactura nacional.

Según detalló la compañía, ya están operativas más de 90.000 metros cuadrados de nuevas instalaciones en Arizona —donde se ensamblan los chips Blackwell— y en Texas, donde se desarrollan supercomputadoras especializadas en IA. Estas acciones forman parte de una inversión a gran escala: Nvidia planea destinar 500.000 millones de dólares a infraestructura tecnológica en EE.UU. en los próximos cuatro años.

Desde el Despacho Oval, el presidente Donald Trump calificó el anuncio como “uno de los más trascendentales de nuestro tiempo”, destacando el liderazgo de Nvidia en el sector tecnológico. “Esto ocurre ahora por las elecciones del 5 de noviembre y por algo maravilloso llamado aranceles”, afirmó, refiriéndose a los altos impuestos que impuso a productos de China y Taiwán —dos regiones clave en la cadena de producción de Nvidia.

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En concreto, Trump estableció aranceles del 32 % para bienes taiwaneses y del 145 % para productos chinos. Sin embargo, el pasado viernes por la noche, firmó una exención temporal que libera de esos impuestos a ciertos artículos tecnológicos, incluidos los chips, teléfonos y ordenadores.

La administración estadounidense señaló que la jugada de Nvidia refleja el llamado “efecto Trump”. En un comunicado oficial, la Casa Blanca subrayó que las políticas del presidente han incentivado una ola de inversiones en manufactura tecnológica. “La apuesta por la producción local de chips ya está dando frutos, con miles de millones asegurados en nuevos proyectos industriales”, aseguró la nota.

Por su parte, Jensen Huang, CEO de Nvidia, destacó que producir en suelo estadounidense no solo mejora la capacidad de respuesta frente a la creciente demanda de chips y sistemas de IA, sino que también refuerza la resiliencia de la cadena de suministro global, indica EFE.

El movimiento de Nvidia se enmarca en un contexto más amplio de tensiones comerciales y nuevas políticas arancelarias, mientras EE.UU. apuesta por recuperar el protagonismo industrial que perdió en décadas pasadas.