Algunas escuelas traen de regreso las letras cursivas por beneficios que podrían tener para el cerebro

Durante la última década, muchas escuelas han reducido la enseñanza de la escritura en cursiva, considerando que en la era digital su uso ha perdido relevancia. No obstante, recientes estudios han subrayado su impacto positivo en el desarrollo cognitivo, impulsando su reincorporación en planes educativos de diversos países.

La neurocientífica Claudia Aguirre destaca que la escritura manual, y en particular la cursiva, estimula regiones del cerebro vinculadas a la memoria y el razonamiento crítico, favoreciendo el aprendizaje.

Investigaciones publicadas en Psychological Science han revelado que los estudiantes que toman apuntes a mano retienen y comprenden mejor la información que aquellos que lo hacen con un teclado.

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Por su parte, un estudio en Plos One indica que la enseñanza de la cursiva a niños en sus primeros años de escolaridad mejora sus habilidades de lectura.

El resurgimiento de la escritura en cursiva

La creciente preocupación por el impacto del uso del teclado en la educación ha llevado a la reintroducción de la caligrafía cursiva en diversas escuelas primarias de Estados Unidos. En 2010, los estándares Common Core la habían descartado por considerarla prescindible en la era digital. Sin embargo, en 2024, se implementó nuevamente su enseñanza en estudiantes de primero a sexto grado en instituciones públicas, indica Xataka.

El temor de que el predominio del teclado pueda afectar la adquisición de competencias cognitivas esenciales ha cobrado fuerza en los últimos años.

Según Los Angeles Times, algunos estudiantes tienen dificultades para escribir a mano o leer textos manuscritos, lo que les impide comprender documentos históricos o cartas antiguas.

Para respaldar la reintroducción de esta práctica, la Oficina de Educación de Los Ángeles afirmó que los estudiantes con dificultades en la lectura suelen presentar también problemas con la escritura manual y su estructura general. Aunque no diferenció entre escritura de imprenta y cursiva, algunos alumnos expresaron que esta última les resulta más relajante, ya que reduce la presión ejercida sobre el papel.

Las ventajas cognitivas de la escritura en cursiva

Un estudio de Karin James, profesora de Ciencias Psicológicas y Cerebrales en la Universidad de Indiana, comparó la escritura en letra de imprenta con la cursiva en niños de cuatro a seis años, concluyendo que la escritura manual activa redes cerebrales clave para la lectura, redes que no se activan al escribir en un teclado.

Virginia Berninger, investigadora de la Universidad de Washington, demostró que escribir en cursiva, imprimir palabras y escribir con teclado implican diferentes funciones cerebrales interconectadas. Según su análisis, la escritura manual requiere la formación de letras trazo a trazo, un proceso que fortalece la percepción y mejora la capacidad de procesamiento cognitivo.

Por otro lado, el neurocientífico William R. Klemm, en un artículo para Psychology Today, comparó la adquisición de la escritura con el aprendizaje de habilidades motrices como lanzar y atrapar una pelota. Según Klemm, la escritura en cursiva refuerza la coordinación mano-ojo, con un grado de complejidad adicional en comparación con otros tipos de escritura, lo que contribuye al desarrollo intelectual y al pensamiento estructurado.