Sergio Valle

Tenemos que ver la viabilidad del modelo implementado por AMLO pero ahora bajo el mando de la Presidenta

Muchas cosas estamos viendo hoy, pero lo que no vemos aunque lo tengamos frente a nuestra narices es que AMLO ya se va.

Vienen los tres años de cierre, con una coyuntura nacional de la que ha sido actor principal desde el papel que ha desempeñado en su partido Morena.

Morena y aliados tendrán una muy cómoda mayoría, como ha venido sucediendo desde 2018.

México visto desde los ojos de la oposición está convulsionando, el orden conocido hasta hoy de las cosas está a punto de desaparecer

La guerra de dos grupos criminales que tiene como escenario las calles, plazas y colonias de Hermosillo puede modificar pronto las estadísticas de percepción de inseguridad en la capital del Estado.

La detención de parte de las autoridades estadounidenses de dos de los más renombrados líderes del narcotráfico en México está registrando en una gran cantidad de lecturas.

Debe darlo directamente el Gobernador, porque luego ya entrados en gastos, a los yaquis les puede dar por menospreciar a cualquier otro funcionario.

Hay muchas especulaciones sobre lo que López Obrador hará después de dejar la Presidencia.

Es inevitable, sucederá pronto la reforma constitucional que desde campaña prometieron los candidatos y candidatas de Morena para el Poder Judicial de la Federación.

No hay manera de que la oposición le gane ni a la virtual Presidenta electa ni al Presidente saliente el debate sobre las bondades que promete la reforma constitucional.

El poder presidencial se ejerce por poco menos de seis años, porque al final viene el proceso de transición. Creo que esa es la parte de la que Andrés Manuel no se ha enterado…o no le ha dado la gana.

Los diarios, las redes, la radio, la tele, las mesas de café y hasta las iglesias están difundiendo una cantidad brutal de razones para salir a votar mañana 2 de junio.

Las campañas políticas han llegado prácticamente a su final, de hoy en adelante lo que queda es un esfuerzo de candidatas y candidatos por reforzar sus narrativas y propuestas.

Si la oposición ve solamente defectos en el partido oficial, en su candidata y en el Presidente saliente, definitivamente nada han aprendido de este proceso ni del de 2018.