Carolina García

Mantener la casa limpia y ordenada va más allá de la estética, ya que está relacionado con la personalidad y el bienestar emocional.

La identificación temprana de estos síntomas puede ayudar a un diagnóstico más rápido y a un tratamiento adecuado.

Mel Robbins, autora y coach de desarrollo personal, compartió en TikTok una técnica recomendada por su terapeuta para combatir el desánimo matutino.

Para combatir este problema, se recomienda eliminar aplicaciones y correos innecesarios, reducir el tiempo en redes sociales y realizar "desintoxicaciones digitales".

La foto de perfil en redes sociales refleja nuestra personalidad, estados de ánimo y etapas de vida, funcionando como una ventana a nuestro yo interior.

Su belleza natural capturó la atención de miles, acumulando más de 170,000 seguidores en Instagram en pocos días y despertando el interés de marcas de moda.

El té verde, gracias a sus antioxidantes como la EGCG y su contenido de L-teanina, protege las células cerebrales, mejora la memoria y fomenta la concentración.

Ducharse es esencial para la higiene, pero hacerlo por la noche podría ser más beneficioso.

El espécimen, datado en 31,800 años, mostró adaptaciones únicas al frío, como almohadillas cuadradas y mechones de pelo que podrían haber formado una barba en los adultos.

Un tatuaje destinado a homenajear a un padre se volvió viral en TikTok por un error de diseño.

El consumo excesivo de alcohol afecta directamente la memoria, dañando las conexiones neuronales y acelerando el deterioro cerebral, especialmente a partir de los 65 años, según el neurólogo Richard Restak.

Este comportamiento, amplificado por las redes sociales, afecta la salud mental al fomentar pensamientos negativos y alterar funciones cognitivas como la toma de decisiones.

En 2025, las citas se centrarán en la autenticidad, los pequeños gestos románticos y la estabilidad emocional.

Un ejemplo notable es el cardiólogo japonés Reizo, quien, a sus 100 años, sigue un estilo de vida basado en ocho “no negociables”.

La infancia en la prehistoria no se limitaba a la dependencia, sino que era un periodo de exploración, juegos y participación en la vida comunitaria.