Carreteros enfrentan desafío ante nueva Ley de Protección Animal

NAVOJOA.- Con la entrada en vigor de la nueva Ley de Protección Animal en el Estado de Sonora, personas que utilizan la carreta como medio de transporte y herramienta de trabajo enfrentan desafíos significativos que ponen en riesgo la manera en que se ganan la vida, lamentaron campesinos.

Esta ley, cuyo objetivo es salvaguardar el bienestar de los animales utilizados en trabajos forzados, establece nuevas regulaciones que restringen el uso de caballos y otros animales de tiro para arrastrar carretas o realizar labores pesadas, sin embargo en Navojoa es común el uso de la carreta en comunidades rurales, incluso en el casco urbano de la ciudad, señaló Ricardo Flores Argüelles.

El secretario de la Unión Ganadera Local de Navojoa reconoce que en el caso de los pequeños productores ganaderos, la mayoría utiliza las carretas jaladas por caballos para transportar pastura y salir a vender los productos que elaboran derivados de la ordeña de vacas.

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Sin duda representa un impacto importante no sólo a una cultura y tradición ancestral del uso de la carreta, y aquí en la región de Navojoa, Huatabampo, Etchojoa y Álamos hay mucha gente que necesita la carreta para trabajar”, agregó.

¿QUÉ VAMOS A HACER?

A sus 83 años de edad, Rafael Morales Borbón recorre la ciudad para vender tamales en su carreta, con lo que se gana la vida desde hace más de cinco décadas, pero la nueva Ley de Protección Animal amenaza su cultura y forma de vida, manifestó.

“Qué vamos a hacer hermano con esa nueva ley, nos van a amolar”, expresó, “ya que todo mundo usamos la carreta o andamos a caballo”.

El originario de la comisaría de San Ignacio Cohuirimpo dijo que esta nueva ley ha generado incertidumbre en la gente de campo, de comunidades rurales que mantienen una estrecha relación entre sus animales y su modo de ganarse la vida.

“Yo voy a comprar el mandado para mi hermana y voy en mi carreta también y hay llevó uno que otro tamal para sacar para comer”, mencionó.

Jesús Martín Talamante utiliza una carreta, jalada por “Panchita” una yegua que dijo es como de su familia, para acarrear maleza y basura de los patios que limpia, actividad con la que se gana la vida, pero la nueva Ley de Protección Animal, dijo, no le deja muchas opciones.

“Mis animalitos son parte de mi familia, la carreta es mi medio de transporte y mi instrumento de trabajo y si se limita su uso nos va a afectar a muchos”, agregó.

Y aunque está de acuerdo en que se protege a los animales y se avance en iniciativas para su bienestar, esta ley debería revisarse.

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“La carreta es un vehículo ecológico, no contamina ni utiliza combustible, los animales están bien cuidados, no se les sobrecarga, se alimenta y atiende, son como mi familia”, reiteró.

UNA TRADICIÓN

La historia de las carretas jaladas por caballos en la región del Mayo, en Sonora, está íntimamente relacionada con la vida rural y las tradiciones de las comunidades indígenas y mestizas de la zona, señaló Javier Félix.

El historiador comentó que las carretas han sido un medio de transporte y carga esencial para las actividades agrícolas y ganaderas, y su uso ha evolucionado a lo largo del tiempo.

“Pese a los avances tecnológicos y a la modernidad, en gran parte de las zonas rurales de Navojoa, Etchojoa y Huatabampo se sigue utilizando la carreta y el caballo”, enfatizó.

Tradicionalmente, las carretas eran hechas de madera, con ruedas grandes que podían atravesar los terrenos difíciles de la región, explicó, pero la nueva Ley de Protección Animal pone en riesgo esta tradición cultural pero además al uso funcional que aún le dan algunos campesinos como herramienta de trabajo.

“A lo largo de los años, las carretas han simbolizado la resistencia cultural de la región. A pesar de los avances tecnológicos y la modernización, muchas comunidades siguen utilizando carretas por su funcionalidad y como un recordatorio de sus raíces culturales”, reiteró.

LEY RADICAL: VETERINARIO

Uno de los problemas de la nueva ley de protección animal es que no se tomó en cuenta la opinión y conocimientos de los médicos veterinarios, consideró José Ramón Flores.

“No se tomó en cuenta el punto de vista del médico veterinario, esto fue entre políticos y animalistas y eso hace que toda la ley esté recargada hacia a un lado”, subrayó el médico veterinario con 30 años de experiencia.

Los médicos veterinarios siempre buscan la protección de los animales, recalcó, pero en el caso de la ley que contempla en algunos de sus artículos condicionantes para el uso de carretas jaladas por caballos, es radical.

“Estoy de acuerdo y creo que somos los primeros que siempre hemos pregonado los veterinarios el cuidado de los animales, tanto domésticos de casa como los de trabajo, pero la cuestión es que es muy radical”, comentó. Agregó que el caballo, así como otros animales de carga pueden sin problema realizar esas funciones.

PARA SABER

Fue el pasado 12 de septiembre cuando se publicó en el Boletín Oficial del Estado la nueva ley denominada: Ley de Protección y Bienestar Animal para el Estado de Sonora.

LO QUE DICE LA LEY

En su capítulo IV, de los animales de trabajo y del entrenamiento.

• Artículo 48. Con relación a los animales de trabajo, está prohibido lo siguiente: Sobrecargar a los animales. La carga total que porten estos animales no podrá ser mayor a la tercera parte de su peso y evitando incomodidades o lesiones de los animales; exceder las 6 horas de trabajo, sea continuo o discontinuo.
• Artículo 50. Queda prohibida la utilización y circulación de vehículos de cualquier naturaleza de tracción animal en los municipios que no sean rurales, de conformidad con el artículo 25-G de la Constitución del Estado Libre y Soberano de Sonora.
• Artículo 55. Toda persona física o moral que se dedique al adiestramiento de animales, sean de trabajo, exhibición, guardia y seguridad o terapia, está obligada a contar con la licencia vigente para manejo y resguardo de animales expedida por la Dirección General y a valerse de los procedimientos más adecuados, y disponer de todos los medios necesarios, a fin de que los animales reciban un trato digno y respetuoso y mantengan un estado de bienestar de acuerdo con las prácticas más actuales, éticas y humanitarias. Además, deberá cumplir con esta ley, sus reglamentos y las normas oficiales mexicanas correspondientes.

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