La conmovedora historia de ‘Monse’, la niña migrante que confundió drones con ‘dragones de fuego’ tras huir de la violencia
En Nogales, Sonora, una niña de 7 años relata cómo su familia escapó de la violencia en Guerrero, reflejando la dura realidad de los migrantes en México.
NOGALES, Sonora.- Con toda la inocencia que pueda caracterizar a una niña de 7 años de edad, “Monse” escribió una conmovedora carta durante una tarea que le dejaron en la escuelita que se encuentra en la Casa de la Misericordia y de Todas las Naciones.
DRAGONES DE FUEGO
En ella “Monse” describe un ataque con drones, confundiéndolos con “dragones de fuego”, que así le hicieron creer sus propios papás para evitar explicarles todo el contexto de violencia que los obligó a abandonar su natal Guerrero, dejando atrás toda una historia de arraigo familiar, ahora impregnada de nostalgia, manifestó Alma Angélica Macías Mejía.
UN MURAL LLENO DE HISTORIAS
La directora de dicho albergue para migrantes ahondó que la maestra le pidió a los niños una carta en la que escribieran historias de por qué habían salido de sus casas y con todas ellas se hizo un mural en el costado de la escuelita, donde las puertas son libros abiertos.
LA HISTORIA DE “MONSE”
La carta de “Monse” fue de las más conmovedoras y, en una de sus páginas, se plasmó la historia y en la otra se dibujó un dragón. La niña les contó, en relación a su experiencia, que recordó cómo escuchaba a sus papás y otros vecinos decir que:
“Un dragón (un dron) estaba echando fuego a su pueblo y por eso tuvieron que salir corriendo por la noche con mucho miedo. Después se fueron a otro pueblo y el dragón seguía buscando a su dragoncito y que estaba enojado porque no lo encontraba.
“Y que así siguieron viajando y viajando mientras el dragón seguía lanzando fuego, en otros pueblos también -según escuchaba asustada- hasta que pudieron llegar a otras partes y el dragón se cansó de seguirlos, y por fin llegaron a la Casa de la Misericordia”, narró.
FELIZ Y TRISTE A LA VEZ
Ahora ya se siente feliz porque tienen nuevos amiguitos en este albergue, aunque estaba triste por los que había dejado en su pueblo y sus abuelitos que no pudieron venir con ellos, reveló a grandes rasgos la niña, con inocencia, apuntó Macías Mejía.
UN EJEMPLO DE LA DURA REALIDAD
Hoy la dramática experiencia vivida de “Monse”, a tan corta edad, junto con otros dos hermanitos, fue plasmada en las puertas de la escuelita como un ejemplo de lo cruel y complicada que puede ser la vida para todos esos migrantes, dijo.
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