“Si volviera a pasar, lo haría otra vez”: Jacel no dudó en ayudar durante la tragedia del incendio en Waldo’s de Hermosillo

HERMOSILLO, Sonora.- Jacel Jazmín Espinoza Salazar, de 29 años, es madre soltera y está a punto de recibir su título de Licenciatura en Educación. Está por iniciar su propio negocio y, en medio de la tragedia ocurrida en la tienda Waldo’s, se convirtió en una heroína.

Había decidido dejar de dar entrevistas, sin embargo, la familia de Marcos Segundo, a quien ayudó a rescatar del humo y el fuego, le pidió que siguiera contando su historia.

Mi mamá me dice que siempre he sido muy buena. Le dije que, si volvía a pasar algo así, le estaba avisando que me iba a volver a meter. No tenía que asustarse. Ahora sí, más consciente, mi mamá dice que soy una heroína”, indicó.

Fuera de la Clínica del Noroeste, a una cuadra de donde ocurrió la explosión en el Centro de Hermosillo, Espinoza Salazar acompañó a la familia de don Marcos hasta el último momento, junto a su pequeña hija Azul, de 5 años.

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“He estado viniendo, pues la verdad me he estado comunicando también porque tengo trabajo”, dijo.

Antes de la explosión, que dejó un saldo de 24 personas muertas y 14 lesionadas, Jacel destinaba su tiempo a preparar el arranque de un negocio de tacos fish. Cuenta ya con el equipo, la carreta y los utensilios. Solo le falta la aprobación de los vecinos para instalarse en el punto de venta.

Acabo de terminar mi licenciatura en Ciencias de la Educación, me hace falta el título, entonces es más difícil, no como cuando solo estás estudiando; solo hace falta que me llegue”, contó.

Desde el pasado sábado, cuando ocurrió la tragedia, dedicó su tiempo libre a estar cerca de la familia de don Marcos Segundo, quien murió tras permanecer cinco días internado con quemaduras internas y externas de segundo y tercer grado.

Recordó que ese día acudió al Centro acompañada de su sobrina para comprar disfraces.

Ella me dijo que algo se estaba quemando, y lo primero que pensé fue en ayudar. ‘Vamos, vamos a ayudar. Corrimos y ya fue que me metí a ayudar al señor; estaba en la puerta, en medio del humo y los carros que se quemaban”, narró.

Por fuera de la tienda vio a un hombre, Ernesto Soto, que intentaba auxiliar a las personas que gritaban desde el interior. Entre ambos apoyaron a don Marcos, quien resultó con quemaduras en el 90% de su cuerpo.

“Cuando llegué lo agarré de las piernas y lo movimos hacia la calle”, agregó. “Le pusimos chamarras, el señor estaba completamente sin ropa, todo quemado.”

Durante el auxilio, Jacel sufrió una obstrucción en los oídos. No recuerda la explosión, solo oía las instrucciones de Ernesto Soto, quien insistía en ingresar al local.

“Me quise meter, pero alguien me dijo ‘¡no, hay mucho fuego!’. Fue ahí cuando me regresé. Yo me imaginaba pelona, sin ropa, me podía dar cáncer… pero no pensé más que en querer meterme.”

Cuando me dijeron eso del fuego, mi sobrina estaba enfrente, volteé y la vi llorando. Entonces pensé: Si me explota algo, el trauma no va a ser para mí, va a ser para ella”.

El humo tóxico también fue inhalado por Jacel, quien asegura sentir secuelas en la garganta.

Tragué humo, se sentía muy feo. Todavía tengo resacas. Si hubiera entrado, a lo mejor no la hubiera contado, hubiera sido otra víctima, pero igual siento que fui una más”, declaró.

Desde entonces, la única revisión médica que ha recibido fue la de un paramédico de Cruz Roja en el lugar de los hechos.