Maribel creyó que un avión se estrelló cerca, pero fue un auto el que chocó contra su casa al Norponiente de Hermosillo; así fue como lo vivieron

HERMOSILLO, Sonora.- Un fuerte estruendo provocó un gran susto en Maribel López, quien sintió que su casa se venía abajo cuando, en plena noche, un vehículo se estrelló contra su barda en la colonia Los Arroyos.

Justo cuando se preparaba para cenar junto a su hija menor alrededor de las 20:15 horas del martes, Maribel escuchó cómo un automóvil se impactó contra la barda de su domicilio, ubicado en la intersección de las calles El Llano y Los Chinos, en la colonia Los Arroyos.

La afectada relató que, tras el fuerte ruido del impacto, salió de su vivienda y se percató de que un auto estaba incrustado en su barda, dejando un enorme hueco y dañando el portón.

Hermosillo

Persona queda atrapada tras choque entre pickup con batanga y otro vehículo

Pensé que un avión había caído por aquí, de lo fuerte que se escuchó el golpe. Salí corriendo con la niña porque creí que la casa se vendría abajo”, afirmó.

De acuerdo con información oficial de la Policía Municipal, el vehículo involucrado era un Chrysler Sebring 2007 y el conductor huyó del lugar.

Me siento insegura porque ni las boleras detuvieron el carro. Además, quedó abierto con el hoyo y cualquiera se puede meter", indicó Maribel.

HUYE DEL LUGAR

Según el testimonio de Maribel, quien conducía el auto era una mujer que aparentemente se encontraba en estado de ebriedad y, al acercarse a ella, la sospechosa salió corriendo, dejando el vehículo abandonado.

Más tarde, un hombre que afirmó ser el dueño del automóvil llegó al lugar, pero se negó a hacerse responsable de los daños, por lo que la afectada solicitó apoyo a la Policía Municipal.

La muchacha que venía manejando el carro no pudo salir porque estaba atorada con una bolera y, como no pudo sacar el auto, salió corriendo”, añadió.

SE SALVA DE TRAGEDIA

La vecina de la colonia Los Arroyos afirmó que, en el lugar donde se estrelló el auto, tiene colocada una hamaca donde cada noche acostumbra acostar a su pequeña hija.

Precisó que, por coincidencia, solo esa noche decidió cenar antes de recostarse en la hamaca.

Como a las 8:00 de la noche agarro a la niña y siempre la paseo en la hamaca”, señaló, “pero primero quisimos cenar y justo cuando estaba en la cocina, pasó esto. Gracias a Dios no estábamos ahí”.