Ayuda a mujeres a sobrellevar lucha contra cáncer de mama

Ayudar a más de 200 mujeres a sobrellevar el tratamiento y la recuperación contra el cáncer ha sido un motivo de inspiración y orgullo para Alejandra López Vásquez, quien desde hace más de una década forma parte del Programa de Acompañamiento para Pacientes con Cáncer de Mama en la Universidad de Sonora.

“Me encargo del primer contacto”, explicó la académica, “cuando una persona está interesada en ingresar, vía telefónica le brindo información sobre el programa, en qué consiste y qué servicios ofrece.

“Ya en la primera cita, ellas reciben atención por parte de pasantes de la licenciatura en Medicina de la universidad. Les abrimos un expediente para que puedan recibir consulta individualizada y participar en los grupos de apoyo”, detalló sobre su labor actual en este programa. E

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ste trabajo nació hace 11 años para aplicar las investigaciones realizadas desde 2011 en el Laboratorio de Investigación en Cáncer del Departamento de Ciencias Químico-Biológicas de la universidad.

En ese momento, Alejandra no imaginaba el crecimiento que tendría el proyecto ni todo lo que aprenderían con él, pero sobre todo, el impacto y beneficio que representaría para otras mujeres.

“El Programa de Acompañamiento para Pacientes con Cáncer de Mama surgió en febrero de 2014 como una iniciativa de un grupo de investigadores que desarrollaban proyectos sobre cáncer de mama.

“En ese momento tuvimos la experiencia de trabajar en conjunto con especialistas en el área de salud, como médicos patólogos, cirujanos y oncólogos, en un proyecto de investigación llamado Perfil Molecular del Cáncer de Mama, que comenzó en 2011.

Ahí nos dimos cuenta de las numerosas necesidades existentes entre las pacientes, tanto de educación sobre la enfermedad como de acompañamiento en nutrición, fisioterapia y actividad física”, relató.

Un equipo multidisciplinario desarrolló el programa de acompañamiento, enfocado en brindar servicios gratuitos en las áreas de nutrición, rehabilitación física y apoyo emocional, para informar a las pacientes sobre su padecimiento y ayudarlas a generar hábitos de vida saludables.

ENORMES PROGRESOS

Actualmente, más de 270 pacientes han sido beneficiadas con el programa. En estos 11 años han sido testigos del crecimiento de cada una de ellas, desde comprender mejor su enfermedad hasta humanizarla y sentirse acompañadas en su proceso de tratamiento.

“No hay palabras para expresar el sentimiento que provoca ver su progreso en el programa. Ellas me brindan su confianza para preguntarme dudas o expresar sus necesidades en el área de nutrición, y puedo observar su avance. Siempre me sorprende.

Verlas contentas con la atención que reciben, notar que mejoran o que se sienten más activas e independientes nos llena de energía y nos impulsa a seguir trabajando”, indicó.

Si bien en el programa participan tanto mujeres como hombres dedicados a ofrecer la mejor atención a las pacientes, la sororidad y el acompañamiento femenino han sido clave para generar lazos importantes entre las participantes, añadió López Vásquez.

Fuerte vínculo entre personal y beneficiarias

Contar con una persona del mismo género, que puede comprender sus problemáticas, miedos e incertidumbres, ha fortalecido los vínculos entre el personal de salud y las beneficiadas, creando incluso amistades que trascienden el programa.

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“Es en el acompañamiento emocional donde el programa se complementa, permitiendo la convivencia entre quienes han pasado por la enfermedad y el personal de salud. Se han generado amistades y redes de apoyo. Tenemos grupos de WhatsApp donde nos comunicamos ante cualquier duda o necesidad.

“Muchas veces no se necesitan palabras, sino un abrazo, tomar la mano, estar presente”, expresó, “un grupo de mujeres que han pasado por situaciones similares permite un apoyo que va más allá de las palabras.

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“Es algo que he aprendido con las pacientes: Simplemente estar, escuchar, observar o tender la mano es suficiente”, señaló, “y que ese apoyo venga de otras mujeres genera la confianza para ser una misma”.

López Vásquez tiene la esperanza de seguir creciendo como académica, docente e investigadora dentro de este proyecto, pero también de expandir el programa hacia otros tipos de cáncer, para que más pacientes, hombres y mujeres, puedan beneficiarse en el futuro.