Erick logra vencer el cáncer ¡y ya está en la universidad!

HERMOSILLO, Sonora.- Erick Valdez Martín tocó campana el 11 de noviembre del año pasado, luego de un año y medio de tratamiento contra el cáncer. Su madre, Judith Martín Castillo, expresó sentirse agradecida con Dios por verlo vencer esta enfermedad.

Cuando nos enteramos del diagnóstico, yo se lo entregué a Dios. Le dije que, si era su voluntad, era su obra y yo lo ponía en sus manos, y tener esa voluntad y confianza en Él fue lo que nos mantuvo de pie. Tuve que poner mi confianza total en Dios y dejar que todo sucediera como Él quisiera.

“En su momento tuve miedo, claro que sí. Temí que mi hijo se fuera a morir. Durante el tratamiento, él tuvo muchas intoxicaciones por el medicamento, pero se le trató de manera efectiva para que lo tolerara, y los médicos dieron todo de sí para ayudarlo”, mencionó.

Cuando Erick tenía 15 años de edad la enfermedad empezó a mostrar síntomas. En ese momento, afirmó, jamás imaginó que el diagnóstico pudiera tratarse de un caso oncológico.

Hermosillo

Jimmito lucha contra cáncer poco común: sólo hay 85 casos en el mundo

“Empezó con problemas respiratorios, entonces lo llevaba con el médico familiar y le aplicaban nebulizaciones, pero en la tercera recaída le mandaron hacer un ultrasonido, porque empezó a decir que sentía unas bolas en el cuello.

En ese momento no me alarmé, porque cuando te enfermas siempre dicen que se inflaman los ganglios. Pero aun así, se lo comenté al doctor. También decía que se le resecaba la piel, pero como tenía tratamiento contra el acné, lo atribuimos a eso. Además, había bajado de peso, pero pensamos que era por su ingreso a la preparatoria”, reveló.

Esto es bastante común y también la principal razón por la cual muchos diagnósticos se atrasan, reveló la oncóloga pediatra Candy Guadalupe Ríos García, quien trató a Erick.

La realidad es que el cáncer infantil no es una enfermedad prevenible, como en el caso del cáncer de pulmón en los adultos, donde interviene la presencia del tabaco. Aquí no. Si bien es cierto que hay cánceres hereditarios en un 5%, nuestro material genético puede dañarse por muchas circunstancias y no es posible evitarlos ni saber qué causará la formación de estas células malignas”.

“Desgraciadamente, los signos y síntomas del cáncer infantil a veces pueden simular la presentación de una enfermedad común en la infancia, como las infecciones.

“Los síntomas pueden ser iguales, por eso siempre recomendamos que los padres estén alerta cuando la evolución del cuadro que presenta el niño no es la adecuada, cuando pasa una semana de tratamiento y en vez de mejorar empeora, o cuando presenta más de un signo y síntoma en conjunto”, informó.

Una manera de hacer un diagnóstico más rápido, expuso, es llevar al niño con un médico de cabecera que conozca su expediente y consultarlo de manera regular como seguimiento del niño sano.

Esto ayuda a que el médico sepa cómo es la tez y coloración del niño o joven en tratamiento, qué tipo de síntomas no son tan comunes en él y cuál suele ser su evolución normal ante las enfermedades, lo que acelera un diagnóstico.

DIAGNÓSTICO

Después de un ultrasonido en su cuello cuando las sospechas de cáncer empezaron a ser más fuertes en el caso de Erick, añadió Judith. Los médicos ordenaron una biopsia y se confirmó que se trataba de cáncer.

Estábamos destrozados, todos. Él es el hijo más pequeño de la familia, no sabíamos qué decirle. Llorábamos a escondidas, no queríamos que nos viera mal, pero tampoco sabíamos cómo estar bien.

“Recuerdo que su doctora oncóloga lo tomó de las manos y le dijo: ‘Esto va a pasar, tienes esta enfermedad’. Él se quedó muy serio, vimos que no quería llorar y, en ese momento, mencionó que cómo se iba a enfermar si tenía que cuidar a sus sobrinos. Fue una manera de canalizar el dolor, yo pienso”, recordó el difícil momento.

Pero tanto Judith como toda su familia entendieron que, en ese momento, la prioridad era vencer el linfoma no Hodgkin que atacaba al adolescente, con ayuda de Dios, pero también de los médicos, sus familiares, amigos y todos los que lo rodeaban.

Mexicali

Detectan al año 55 casos nuevos de cáncer infantil en BC

Judith buscó brindarle tratamiento en nutrición, psicología y todo lo que su hijo necesitara para estar bien en esos momentos, lo cual fortaleció al joven tanto física como emocionalmente durante todo el proceso.

Es un agradecimiento a Dios primeramente, a los médicos, a mi hijo… porque no es solamente que los médicos den el tratamiento, sino que la familia lo acepte, a la gente que nos fortalece con sus palabras y sus oraciones. Todo influye en esto”.

TODO SUMA

La oncóloga pediatra Martha Elena Chávez, del hospital San José, señaló que, si bien la radioterapia y quimioterapia son importantes, el tratamiento debe ser multifactorial para que sea efectivo.

“Desde el día uno del diagnóstico necesitamos que se forme una red de apoyo lo suficientemente fuerte para que el papá cuidador, que normalmente es la mamá, pueda seguir teniendo sus comidas, tiempo para bañarse y contención con tanatología, sicología o siquiatría.

Necesitamos que los padres puedan descargar lo que sienten, porque si no, aunque no digan nada, todo ese estrés se acumula y lo absorbe el niño.

“También necesitamos el apoyo de nutrición, porque los niños, por el tratamiento, tienen diarrea, problemas gastrointestinales y debemos mantenerlos bien nutridos.

“Lo mismo con el cardiólogo, hematólogo. Se necesitan muchos especialistas para poder mantener esa red y cerrarle las puertas a la enfermedad”, explicó.

En México, la tasa de curación del cáncer infantil es del 60%. Si bien es alta comparada con años anteriores, no se compara con otros países de primer mundo, donde las tasas de curación alcanzan el 80% o 90% en algunos tipos de linfomas”.

Toda esa colaboración logró que Erick pudiera culminar su proceso en un año y medio, tocara campana y hoy esté en vigilancia, hasta el 2030, por lo pronto Erick ya está en la universidad, listo para luchar por sus sueños.