¿La suerte está echada?

Mañana es el tercer y último debate de las candidatas y el candidato a la Presidencia de México. Pareciera que a estas alturas la suerte está echada. Hay quien sostiene que aún no y que todavía se pueden ver sorpresas en el resultado de la elección del 2 de junio. Se ve francamente complicado que la oposición le quite a Morena la oportunidad de un segundo sexenio en la Presidencia de la República.

Son muchos lo factores que incidirían en esto y no todos asociados a la manipulación de la elección, a los descarados pero electoralmente efectivos programas sociales y ni siquiera a la intervención deliberada en el proceso del presidente López Obrador.

Si la oposición ve solamente defectos en el partido oficial, en su candidata y en el Presidente saliente, definitivamente nada han aprendido de este proceso ni del de 2018. Fracasaron en su intento (si es que lo intentaron) de comprender lo que ahora la gente quiere, de lo que ahora los electores piensan y de cómo razonan su voto.

Si queremos ver a Xóchitl Gálvez como víctima, lo sería acaso de las pugnas entre los dirigentes de los partidos que la han postulado. Del hambre de repartirse entre ellos los cargos disponibles en las listas plurinominales e incluso de las candidaturas de mayoría. Sí, sabemos que el Presidente arropó cuanto pudo a Claudia Sheinbaum, que el regaladero de dinero público mediante todos esos programas que se presumen tiene un propósito electorero, que es muy populista darle cosas a la gente en vez de generarle las condiciones para que por sus propios medios salga de la pobreza.

Sí, a todo sí. Pero si a estas alturas no hay en la oposición un asomo de autocrítica, querrá decir que no han aprendido nada y que si un día regresan al poder, repetirán las viejas prácticas que los sacaron de ahí hace seis años.

Se ha convocado a una concentración en las principales plazas públicas del País, en apoyo abierto a la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, en un último intento por sacar a votar a una indiferente clase media, porque la convocatoria está dirigida a ese sector de la población.

Será mañana en la mañana, horas antes del debate. Quizá en un intento de ganar la conversación en redes, de poner agenda y quien quita hasta de opacar lo que por la noche vaya a suceder. Nada es imposible, lo sabemos…pero por la víspera se saca el día.

Quienes estén detrás de la “Marea Rosa”, convocando a la concentración del domingo decidieron echar toda la carne al asador, tiran el resto y se decantan abiertamente por la señora X, en un intento (el último quizá) por sacar a votar a la mayor cantidad posible de personas, sobre todo a la clase media para inclinar la balanza a favor de Xóchitl.

Pronto veremos a los dirigentes de Morena, empezando por el propio Presidente diciendo: ¿Ven? ¡teníamos razón! Pero a estas alturas ya sería lo de menos para quienes organizan la marcha. Los indecisos siguen estando ahí, sin saber todavía por quién van a votar. Es más, ni siquiera han decidido salir a votar. Quedan dos semanas para motivarlos a salir de sus casas la mañana del domingo 2 de junio y eso se antoja una tarea titánica.

Sobre todo en Sonora, donde tenemos unos de los primeros lugares en la nada honrosa lista de estados con menor participación electoral, no hemos llegado ni a la mitad en la elección pasada.

Y a eso súmele que miles de ciudadanos que salieron insaculados para ser funcionarios de casilla declinaron serlo, como presagio de lo que podría suceder el día de las votaciones. Ahí están las dudas en el aire todavía.

Mientras tanto estemos atentos a la marcha y al debate y ojalá seamos mayoría los que salgamos a votar, por quien se nos pegue la gana…pero salgamos y votemos.