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La bagatela

Los llamados robos de bagatela se siguen presentando a diestra y siniestra en la capital de Baja California.

Rosa María  Méndez Fierros

Los llamados robos de bagatela se siguen presentando a diestra y siniestra en la capital de Baja California.

Nos referimos a esos hurtos de pequeñas cantidades, de productos domésticos, incluso de libros o minúsculas cosas.

Los cuales se cometen en pequeños abarrotes o en grandes cadenas comerciales, en donde los guardias de seguridad privada llaman al 911, luego de retener a los responsables y esperar que lleguen los policías municipales para proceder a la detención de las personas que intentaron llevarse los productos sin pagarlos.

En días recientes se reportó el robo de un tarro de crema Nivea y otro de diversos artículos comestibles, en su mayoría.

En ambos casos se hizo el reporte al 911 y fueron enviados agentes municipales.

Pese a ser robos de baja cuantía la DSPM está obligada a acudir al lugar de los hechos, llevarse a los señalados como responsables, “pasearlos”, prácticamente, y luego dejarlos en libertad.

Las cadenas comerciales como Walmart, Soriana, Oxxo, comentan en las reuniones de seguridad que esas detenciones son necesarias, ya que es un mensaje de que hay fuertes sanciones para quienes cometieron estos robos, aunque sean de baja cuantía; dicen que no solo es un asunto administrativo y de llamada verbal de atención.

Pero hay una movilización policiaca en estos casos para arrestar a una persona que se robó una crema Nivea, sin lugar a dudas, por lo que también debe pensarse en función de los operativos que generan.

Robo es robo, dirán los comerciantes y dirán bien, sin embargo también es necesario encontrar un punto medio en donde ellos no sean víctimas constantes de estos hurtos hormiga que les provocan pérdidas económicas y la policía no tenga que utilizar equipo humano y material por el robo de una barra de pan.

En las reuniones de seguridad también se les ha dicho a las grandes cadenas que tendrían que mejorar su sistemas de seguridad interior en los establecimientos, para evitar ser víctima de las personas que deciden robar estas pequeñas cuantías.

El fin de semana también fueron requeridos policías municipales para la detención de un hombre acusado de haberle dado una nalgada a una joven mujer.

Esto aconteció en un salón de eventos ubicado en la calle del Hospital del Centro Cívico la noche del pasado viernes, cuando un sujeto de 35 años fue señalado por una mujer de darle una nalgada y además jalarla del brazo para que bailara con él. prácticamente a la fuerza.

Incluso la persona señalada todavía se encontraba en el salón de eventos, como si nada hubiese pasado, sin temor siquiera a la seguridad ni la privada, ni la pública.

Los policías llegaron y lo arrestaron. Lo llevaron a la comandancia y horas después salió libre.

Variantes como este tipo de hechos nos llevan a pensar acerca de los protocolos que deben seguirse en comercios, o en este caso salones de fiestas, por parte de los elementos de seguridad privada, con la intención de atender estos ilícitos y no necesariamente generar una movilización policiaca.

Los comerciantes quieren que haya un escarmiento hacia quienes cometen robos, aunque sea pequeños y la sociedad demanda una seguridad más efectiva en todos los rubros.

Ahí está el detalle, como dijera Cantinflas.

La verdad sea dicha.

*- La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.

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