De la revolución floresmagonista de 1911
De todos los acontecimientos que tuvieron lugar entre 1901 y 1914 en esta región fronteriza.
De todos los acontecimientos que tuvieron lugar entre 1901 y 1914 en esta región fronteriza, hay que señalar tres de ellos como los más trascendentes en la historia de esta zona del mundo: el primero es la propia empresa de levantar poblados en ambos valles, a partir de 1901, por las necesidades de transformar el desierto en un valle agrícola de nivel internacional, que se haría famoso por el cultivo algodonero durante la primera mitad del siglo XX. Labor que llevaron a cabo diversas empresas estadounidenses, de las cuales la más conocida es la Colorado River Land Company. Los otros dos acontecimientos tuvieron su origen del lado mexicano: las inundaciones catastróficas de 1906-1907, que destruyeron casi toda la ciudad de Mexicali y pusieron en peligro a ambos valles; y la revolución mexicana, en su carácter anarcosindicalista, propiciada por el Partido Liberal Mexicano de los hermanos Flores Magón desde Los Ángeles, California, cuyo ejército rebelde logró tomar, entre enero y junio de 1911, los poblados de Mexicali, Tecate, Los Algodones y Tijuana, haciendo que los habitantes de Calexico y los periodistas locales fueran testigos de primera fila de batallas campales y provocando que se llenaran de artículos de opinión y de crónicas bélicas los periódicos fronterizos del otro lado. Pero hay que agregar que la revolución floresmagonista, desde el punto de las empresas periodísticas californianas, fue para ellas una oportunidad para hacerse de un lugar en los medios de todo el mundo con sus crónicas y reportajes de primera mano.
Pero primero hay que dar un contexto pertinente a este notable acontecimiento: las ideas revolucionarias llegan a Baja California, paradójicamente, del norte estadounidense y no del sur mexicano. Y tales ideas no llegan con retraso a Baja California, pues en la cercana ciudad de Los Ángeles, California, está un centro revolucionario de primer orden: la sede, en el exilio, del Partido Liberal Mexicano, que dirigen los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón, un partido anarcosindicalista que pretende no una revolución reformista a la Francisco Madero, sino una revolución verdaderamente radical, socialista, que derroque al dictador Porfirio Díaz, sí, pero que también cambie la estructura total del gobierno. Para llevarla a cabo y viendo la pasividad de Madero a fines de 1910 y principios de 1911, deciden lanzarse a la conquista de México y, por su cercanía con Los Ángeles, el sitio elegido para tal levantamiento es el Distrito Norte de la Baja California. Otra ventaja estratégica es que el aislamiento peninsular y las pocas tropas presentes no son una barrera para que cientos de voluntarios anarcosindicalistas lo capturen con facilidad.
Y es que Baja California es un territorio ganado por los inversionistas extranjeros, donde los mexicanos son una minoría y una sin poderes reales, que debe conformarse con los trabajos más raquíticos y las tierras más miserables. No se olvide aquí que la revolución magonista inicia el 29 de enero de 1911 con la toma de Mexicali por un grupo de “ciudadanos del mundo”, como ellos mismos se autoproclaman, a las órdenes de José María Leyva y Simón Berthold. En cierta forma, la toma de Mexicali es un aviso de que la revolución en México no es una sola, que los magonistas compiten por extender la revuelta social más allá del movimiento maderista, que todavía no logra tomar Ciudad Juárez.
El coronel Celso Vega, jefe político y militar del Distrito Norte de la Baja California, sale de Ensenada, al mando de las fuerzas porfiristas, y el 15 de febrero de 1911 intenta recuperar el poblado de Mexicali. Las tropas de la dictadura son derrotadas estrepitosamente y el propio coronel Vega es herido de gravedad, dejando la iniciativa militar en manos de los anarcosindicalistas. Este combate es llamado la primera batalla de Mexicali. Pronto llegan más voluntarios a Mexicali, tanto mexicanos miembros del Partido Liberal Mexicano como indios cucapás y kumiais que buscan liberarse de los latifundistas mexicanos y extranjeros que les han quitado sus mejores tierras. A ellos se añade un buen contingente de wobblies, es decir, sindicalistas estadounidenses. Entre ellos llegan Stanley Williams, Jack Mosby y Caryl Pryce, que establecen una división de extranjeros que van a luchar para liberar a México de una dictadura atroz. Junto a ellos están periodistas que apoyan la causa, como los célebres John Kenneth Turner y Jack London. La revolución floresmagonista es una empresa armada para abatir la tiranía. Es orgullosamente mexicana y es orgullosamente internacional. Es decir: tercamente fronteriza.
*- El autor es escritor, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
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