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El discurso de Claudia Sheinbaum

Muy superior la fluidez del contenido verbal de la presidenta electa, en comparación con el entrecortado y pausas de segundos en el discurso de Andrés Manuel López Obrador.

Ruben García Benavides

Muy superior la fluidez del contenido verbal de la presidenta electa, en comparación con el entrecortado y pausas de segundos en el discurso de Andrés Manuel López Obrador.

En este sentido la fluidez de Claudia supera de forma notoria el lenguaje del presidente Obrador. Qué bueno. Una forma de hablar con fluidez de perfecta dicción de la presidenta electa no implica de forma alguna ideas propias. Se podría afirmar con relativa certeza que los proyectos propios de Claudia Sheinbaum no existen. Su admiración por el actual presidente es de hecho, no enfermiza, pero sí preocupante. Cinco ocasiones en su discurso del día que recibió la constancia de mayoría por el organismo respectivo, se refirió a Andrés Manuel López Obrador como el “Mejor presidente que hemos tenido en México” En algunos aspectos este comentador no lo duda, pero en otras manifestaciones de Obrador me produjo aversión y desacuerdos. Fundamentalmente; y reitero lo que en otros envíos he escrito, su menosprecio total y agresivo contra el pasado. Por ejemplo: el enorme esfuerzo del Secretario de Educación Pública en la década de los sesenta, Jaime Torres Bodet, para subir los niveles de la infraestructura educativa: alumnos , maestros y escuelas, fue realmente titánico enorme. No existe en Obrador esta historia; solo corruptos y adversarios de él, nos han gobernado. En 1963-64, México tenía 35,000 escuelas primarias y 135,768, maestros Los esfuerzos por salir adelante con el problemón educativo fueron constantes y continuos. A medio siglo de esta fecha el número de escuelas se multiplicó por un 6% Existen varios temas en que los gobiernos “corruptos” del pasado dejaron huellas imborrables del México moderno. Incluido a la vez la infraestructura empresarial. La capital mexicana se viste, muestra un desarrollo que supera en mucho a otras naciones de América Hispana. Los edificios de rascacielos y torres que dan prestigio y belleza a nuestra capital abundan en la ciudad, y naturalmente son a la vez un muestrario de la maestría de nuestros arquitectos; la mayoría salidos de la UNAM. Este es el México visible al extranjero y no los millones de pobres que reciben ayuda del presidente. Qué sería del México contemporáneo sin estas muestras de modernidad y progreso. La pobrería, si bien merecen ser protegidos, solo son eso: muestra de pobreza, lejos, muy lejos del México próspero y moderno.

Por otra parte tanto Claudia Sheinbaum como Obrador se suman a las elecciones de Venezuela en favor de Maduro lo que hace evidente la incondicionalidad y la carencia de un cerebro propio de la candidata electa. Mientras que Brasil y Colombia; Brasil, incluso un gobierno de izquierda están exigiendo que se aclaren los conteos de estas elecciones; los definitivos que en Venezuela se niegan a abrir los paquetes de las actas definitivas y Obrador y Claudia lo apoyan ello hace patente de que el con Obrador persiste la politiquería al respecto de la democracia.

Y termino con el discurso de la candidata electa: hizo de forma rápida y clara dicción, más de veinte proyectos de su gobierno; los mismo que hizo Obrador. De estos el presidente solo cumplió con algunos, ¿lo mismo hará Sheinbaum? Prometer no empobrece…

*- El autor es Profesor Emérito, UABC, por la Facultad de Arquitectura. Creador Emérito, ICBC. Artista plástico.

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