¿Elon se retractó? La NASA tendría que recurrir a Rusia para viajes espaciales, si Musk cumple amenaza de desmantelar la cápsula Dragon de SpaceX
El presidente de Estados Unidos y el dueño de SpaceX protagonizaron un tenso intercambio en redes.

ESTADOS UNIDOS.- — En medio de un enfrentamiento público en redes sociales, Elon Musk amenazó con desmantelar la cápsula Dragon de SpaceX, utilizada para transportar astronautas y suministros a la Estación Espacial Internacional (EEI).
El comentario se produjo luego de que el presidente Donald Trump advirtiera que, si regresa al poder, recortará los contratos gubernamentales otorgados a SpaceX y Starlink, los proyectos aeroespaciales y de internet satelital de Musk.
“SpaceX comenzará a desmantelar su nave espacial Dragon de inmediato”, escribió Musk en su cuenta de X (antes Twitter), en respuesta directa a las amenazas del republicano.
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Musk retrocede, pero el daño está hecho
Aunque no quedó claro qué tan seria fue la amenaza, Musk reculó horas más tarde tras recibir una crítica del usuario de X, @Fab25june, quien le pidió a ambos “tomarse un respiro”.
“Buen consejo. Ok, no retiraremos a Dragon”, respondió Musk.
Sin embargo, el comentario inicial generó preocupación, ya que la cápsula Dragon es actualmente la única opción estadounidense operativa para transportar tripulaciones hacia y desde la EEI.
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Dragon, pieza clave en la estación espacial
SpaceX es actualmente la única empresa estadounidense con capacidad comprobada para transportar tripulaciones hacia y desde la EEI. Su cápsula Dragon, con capacidad para cuatro personas, se ha convertido en un componente indispensable para la NASA desde 2020, cuando transportó a los primeros astronautas en una nave privada al espacio.
En contraste, la cápsula Starliner de Boeing apenas ha logrado un vuelo tripulado, y este resultó problemático. En esa ocasión, dos astronautas de la NASA tuvieron que regresar a la Tierra usando una cápsula de SpaceX en marzo pasado, más de nueve meses después del despegue original.
Actualmente, la Starliner sigue en tierra mientras la NASA evalúa si realizar otro vuelo de prueba sin tripulación.
Además de misiones tripuladas, SpaceX también utiliza versiones de carga de la cápsula Dragon para transportar alimentos y suministros a la estación espacial. Esta capacidad logística es vital para el funcionamiento diario del laboratorio en órbita.
Volver a depender de Rusia
Si SpaceX llegara a retirarse, la única opción viable que le quedaría a la NASA sería depender nuevamente de las cápsulas rusas Soyuz, que pueden transportar hasta tres personas por vuelo.
Desde hace años, la NASA ha compartido lanzamientos con Rusia, donde cada cápsula Soyuz lleva a un astronauta estadounidense y dos rusos, mientras que las misiones de SpaceX suelen incluir al menos un ruso como parte de un acuerdo de intercambio.
Este equilibrio busca asegurar que siempre haya astronautas de ambas nacionalidades a bordo de cada cápsula, en caso de que sea necesario regresar a la Tierra de emergencia.
Sin embargo, recurrir únicamente a Rusia implicaría para Estados Unidos volver a pagar decenas de millones de dólares por cada asiento, como ocurrió antes de 2020, cuando la dependencia de Moscú era total.
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SpaceX: más allá de la EEI
La relación entre SpaceX y la NASA va mucho más allá del transporte de tripulación. La empresa de Musk ha sido contratada para:
- Lanzar misiones científicas.
- Colocar equipos militares en órbita.
- Ayudar a desorbitar la Estación Espacial Internacional cuando concluya su vida útil.
- Transportar astronautas desde la órbita lunar hasta la superficie de la Luna en las primeras dos misiones del nuevo programa lunar estadounidense.
Para estas últimas tareas, SpaceX ha desarrollado el megacohete Starship, que recientemente realizó su noveno vuelo de prueba. Aunque el lanzamiento desde Texas terminó en fracaso —la nave perdió el control y se desintegró en el aire—, la NASA mantiene su confianza en el vehículo como parte de su plan para regresar al satélite natural.
Por lo pronto, la próxima misión privada de la cápsula Dragon sigue programada para la próxima semana, en un vuelo contratado por Axiom Space desde Houston. A menos que Musk decida cumplir su advertencia.
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