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Lee Jae-myung asume la presidencia de Corea del Sur con promesas de unidad nacional y pragmatismo

Un llamado a la reconciliación marca el inicio del nuevo gobierno.

Lee Jae-myung asume la presidencia de Corea del Sur con promesas de unidad nacional y pragmatismo

En una ceremonia sobria celebrada en la Asamblea Nacional de Seúl, Lee Jae-myung asumió este miércoles la presidencia de Corea del Sur con un discurso conciliador que priorizó la unidad nacional y la recuperación económica.

Ante 360 invitados - marcado contraste con los 40 mil asistentes a la posesión de su predecesor -, el nuevo mandatario delineó su visión para superar las profundas divisiones que han caracterizado al país en los últimos años.

“Seré el presidente de todos, que abrace y sirva a todo el pueblo”, declaró Lee, enfatizando su compromiso con gobernar para toda la nación sin distinciones ideológicas. Esta postura inclusiva quedó reforzada cuando citó expresamente a dos expresidentes de orientaciones opuestas - Park Chung-hee y Kim Dae-jung - señalando que implementará políticas útiles independientemente de su origen partidista.

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Un nuevo rumbo en política exterior: Alianzas firmes pero diálogo abierto

En el ámbito internacional, Lee presentó su enfoque de “diplomacia pragmática centrada en los intereses nacionales”, que busca equilibrar varias prioridades estratégicas:

  • Fortalecer la alianza con Estados Unidos, pilar tradicional de la política exterior surcoreana.
  • Mantener abierta la puerta al diálogo con Corea del Norte, sin renunciar a la defensa de los intereses surcoreanos.
  • Adaptarse a las transformaciones globales en economía y seguridad.

Este planteamiento refleja el delicado equilibrio que deberá mantener el nuevo gobierno en una región geopolítica compleja, donde Corea del Sur busca afirmar su posición como puente entre potencias.

Reformas internas: De la estabilidad política al poder blando

En el frente doméstico, Lee abordó los principales desafíos que hereda de la administración anterior:

  • Prevención de crisis políticas: Prometió medidas para evitar nuevos intentos de insurrección militar, en referencia a los eventos que llevaron a la destitución de Yoon Suk-yeol
  • Recuperación económica: Planteó la necesidad de restaurar la economía como pilar fundamental de su gobierno
  • Fortalecimiento cultural: Anunció planes para potenciar la industria del entretenimiento y consolidar a Corea como potencia de poder blando.

Un nuevo estilo de gobierno tras la crisis

El formato reducido de la ceremonia de investidura - con apenas 360 asistentes frente a los más de 40 mil del mandato anterior - simboliza el cambio de tono que promete la nueva administración. Lee parece optar por un estilo más austero y conciliador, buscando distanciarse de la polarización que marcó los últimos años.

Analistas políticos destacan que el verdadero desafío para Lee será traducir estas promesas de unidad en acciones concretas, especialmente en un contexto donde las divisiones ideológicas y generacionales siguen siendo profundas. Su capacidad para construir consensos determinará en gran medida el éxito de su presidencia.

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