Perú es clave en el proyecto Tren Bioceánico; buscará citas con gobiernos de China y Brasil
Perú busca impulsar una cita de alto nivel con China y Brasil para abordar el desarrollo del proyecto ferroviario.
LIMA, Perú.- — Perú se está consolidando como una pieza clave en el proyecto del tren bioceánico que busca unir el océano Atlántico con el Pacífico por medio del megapuerto peruano de Chancay.
Para ello, Perú busca impulsar una cita de alto nivel con China y Brasil en la que pueda abordar el desarrollo de un proyecto ferroviario, de acuerdo con información del ministerio de Economía en Lima.
Se espera que en el eventual encuentro exploren el interés de Brasil en sumarse a la iniciativa como “socio clave en un megaproyecto que redifiniría la integración regional sudamericana”, de acuerdo con una nota del ministerio, de acuerdo con reportes de Reuters.
¿Qué es el Tren Bioceánico?
El proyecto del Tren Bioceánico, también conocido como Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración, es una ambiciosa iniciativa que busca conectar los océanos Atlántico y Pacífico a través de una red ferroviaria que unirá Brasil, Bolivia y Perú, con el objetivo de facilitar el comercio internacional, especialmente con Asia.
Perú juega un papel clave en este megaproyecto, principalmente como el punto de conexión con el Océano Pacífico a través del Megapuerto de Chancay, un puerto estratégico que está siendo desarrollado con una inversión significativa de China, liderada por la empresa Cosco Shipping.
Este puerto, cuya inauguración está prevista para noviembre de 2024, se perfila como un centro logístico regional que permitirá a Perú consolidarse como un eje de comercio entre América del Sur y Asia.
El rol de Perú en el Tren Bioceánico se centra en la construcción y conexión del tramo ferroviario que vinculará el puerto de Chancay con el interior del continente, específicamente con la ciudad amazónica de Pucallpa, integrando la selva peruana con la costa.
Según el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, este tramo es prioritario para dinamizar el comercio y posicionar a Perú como un nodo logístico en Sudamérica.
Sin embargo, a diferencia de Brasil y Bolivia, que han avanzado en sus respectivas infraestructuras ferroviarias, Perú aún se encuentra en las etapas iniciales de planificación y desarrollo, lo que implica retos en términos de financiamiento, definición de rutas y coordinación con los países socios.
La cooperación entre China y Perú por Tren Bioceánico
El titular de Economía, Raúl Pérez Reyes, se reunió con el embajador de China en el país andino, Song Yang, en una cita en la que también participó el ministro de Transportes de Perú, César Sandoval, junto a una delegación de funcionarios y empresarios chinos.
Un aspecto crucial del papel de Perú es su relación con China, que ha mostrado un fuerte interés en financiar y construir el Tren Bioceánico debido a su experiencia en infraestructuras ferroviarias y su interés en fortalecer los lazos comerciales con América del Sur.
El proyecto, con un costo estimado de 7,500 millones de dólares para el tramo peruano, dependerá en gran medida de la inversión extranjera, especialmente de China, que ve en el Megapuerto de Chancay una puerta de entrada estratégica para las exportaciones sudamericanas hacia Asia.
Sin embargo, el ministro Pérez Reyes ha señalado que Perú no liderará el financiamiento, ya que su prioridad es la conectividad con el Pacífico, dejando a Brasil y China como los principales interesados en impulsar el proyecto.
Tren Bioceánico plantea desafíos significativos para Perú
El Tren Bioceánico también plantea desafíos significativos para Perú, particularmente en lo que respecta a los impactos ambientales y sociales.
Organizaciones como Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) han advertido que algunas rutas propuestas podrían atravesar áreas protegidas y territorios indígenas, lo que generaría conflictos sociales y daños ecológicos.
Por ejemplo, estudios preliminares de la empresa China Railway Eryuan Engineering Group evaluaron rutas que podrían afectar el Parque Nacional Sierra del Divisor o comunidades indígenas en aislamiento, lo que ha generado críticas y la necesidad de definir trazados alternativos, como la ruta sur que conecta Puerto Maldonado con Brasil, evitando áreas sensibles.
A pesar de los retos, el proyecto ofrece oportunidades significativas para Perú, como la reducción de costos y tiempos en el transporte de carga internacional, el fortalecimiento de la integración regional y el impulso al desarrollo económico.
La conexión del Tren Bioceánico con el Megapuerto de Chancay podría convertir a Perú en un hub logístico clave, atrayendo inversión y generando empleo.
No obstante, expertos como Alfonso Flórez de la fundación Transitemos destacan la necesidad de definir con precisión la ruta, los mecanismos de financiamiento y los riesgos geopolíticos, asegurando que el proyecto se alinee con los intereses nacionales y no comprometa la soberanía peruana frente a la creciente influencia china.
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