Este es el informe más polémico sobre salud infantil en EEUU en el que Robert F. Kennedy Jr. reveló la lista de enfermedades crónicas en menores
A pesar de ello, organizaciones como la Asociación Nacional de Productores de Maíz se pronunciaron en contra del informe.

ESTADOS UNIDOS.- La comisión “Make America Healthy Again” (MAHA), creada por orden ejecutiva del presidente Donald Trump y dirigida por Robert F. Kennedy Jr., actual secretario de Salud y Servicios Humanos, presentó este jueves su primer informe sobre el alarmante aumento de enfermedades crónicas en niños estadounidenses.
El documento atribuye el problema a cuatro impulsores clave: mala alimentación, exposición a sustancias químicas, inactividad física y sobremedicalización.
“El informe es producto de un proceso consensuado y representa un esfuerzo conjunto de todas las agencias y la Casa Blanca. Representa un consenso que probablemente sea el más sólido y radical de una agencia gubernamental en la historia sobre el estado de la salud de Estados Unidos”, aseguró Kennedy en una conferencia previa a la publicación.
Cuatro impulsores bajo la lupa
Según el informe, la salud infantil en Estados Unidos enfrenta una crisis por el aumento de trastornos como la obesidad, la diabetes, el autismo, el TDAH, el cáncer, las alergias y enfermedades autoinmunes. El documento identifica los siguientes factores como los más influyentes:
- Mala alimentación: Principalmente por el consumo de alimentos ultraprocesados, sustituyendo ingredientes tradicionales como mantequilla o manteca de cerdo por aceites de maíz y canola.
- Exposición acumulada a sustancias químicas: Incluidos aditivos alimentarios, pesticidas, microplásticos, flúor y radiación electromagnética.
- Falta de actividad física y estrés crónico: Como factores ligados al estilo de vida moderno.
- Sobremedicalización: Con énfasis en el uso excesivo de medicamentos y un número elevado de vacunas, en comparación con otros países.

Kennedy calificó el informe como “muy contundente, muy franco, y un llamado claro a actuar con la máxima urgencia para poner fin a esta crisis”.
Pesticidas y exposición química: advertencias polémicas
El informe MAHA lanza advertencias sobre el uso de pesticidas como el glifosato, citando investigaciones que lo relacionan con trastornos reproductivos, cáncer e inflamación hepática, aunque reconoce que evaluaciones anteriores no establecieron vínculos directos con afectaciones en la salud.
Al mismo tiempo, el informe promete apoyo a los agricultores, señalando que cambios abruptos en las prácticas agrícolas podrían afectar la seguridad alimentaria.
“Sabemos que el sistema alimentario estadounidense es el más seguro del mundo”, declaró Brooke Rollins, secretaria de Agricultura.
A pesar de ello, organizaciones como la Asociación Nacional de Productores de Maíz se pronunciaron en contra del informe, acusándolo de estar “lleno de información basada en el miedo en lugar de en la ciencia sobre pesticidas”.
Vacunas y medicamentos, otro foco de controversia
En uno de sus puntos más polémicos, el informe cuestiona el creciente calendario de vacunación infantil en EEUU y sugiere que ciertos medicamentos, como antidepresivos, antibióticos, supresores de ácido y agonistas del GLP-1 (utilizados para bajar de peso), podrían tener efectos a largo plazo no suficientemente estudiados.
Critica también la supervisión de los CDC sobre la seguridad de vacunas y la compensación a efectos adversos, al tiempo que cuestiona el papel de asociaciones médicas que combaten la desinformación, como la Asociación Médica Estadounidense.

En contraste, entidades como la Academia Estadounidense de Pediatría han defendido el sistema de vacunación y pidieron a Kennedy fomentar la confianza en los protocolos de seguridad.
“La FDA y los CDC trabajan juntos para garantizar que años de ensayos clínicos y estudios de seguridad de las vacunas se examinen exhaustivamente, con evidencia científica rigurosa”, señaló la organización en una carta reciente.
Fuertes críticas desde el sector científico y de salud
El informe ha sido recibido con escepticismo por varios funcionarios actuales y anteriores del sector salud, quienes acusan a la comisión de omitir factores fundamentales y tergiversar evidencia científica.
“Este documento hace parecer que no sabemos qué enferma a la gente”, dijo un funcionario federal bajo condición de anonimato.
También se cuestiona que el informe no aborde temas como la salud materna, el parto prematuro, el tabaquismo o el alcoholismo durante el embarazo, todos factores ampliamente documentados en la literatura médica.
Asimismo, se señala que el informe minimiza avances reales en salud infantil, como la detección temprana del cáncer, y descarta estrategias efectivas como la reducción de sodio, ampliamente recomendada para prevenir enfermedades crónicas.
“Ignoran toda la evidencia científica… es muy desconcertante”, declaró la Dra. Susan Mayne, exfuncionaria de nutrición de la FDA.
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Próximos pasos y desafíos
La orden ejecutiva de Trump establece que para agosto de este año, la comisión debe presentar una estrategia de políticas públicas basada en las conclusiones del informe MAHA.
Mientras tanto, el debate se intensifica entre expertos en salud pública, científicos, asociaciones médicas y sectores agrícolas, cuestionando no solo el contenido del documento, sino también sus posibles repercusiones regulatorias y el uso político del mismo.
La administración Trump, por su parte, ha reiterado que busca soluciones sin recurrir a regulaciones “sofocantes”, como declaró Lee Zeldin, administrador de la Agencia de Protección Ambiental: “Esto se logrará mediante un enfoque renovado en la mejora de la ciencia… y el impulso a la innovación del sector privado para generar mejores soluciones para nuestros niños”.
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