Hunter Biden consumía crack “cada 20 minutos” y “no era él mismo”, testifican las ex del hijo de Joe Biden en juicio

ESTADOS UNIDOS.- Este miércoles, durante el juicio de Hunter Biden por posesión ilegal de armas, su exesposa dijo a los jurados que su exmarido “no era él mismo” cuando usaba crack, pero que aún así era capaz de funcionar, mientras que una de sus exnovias describió al hijo del presidente Biden como un adicto que usaba la droga “cada 20 minutos”.

El testimonio de Kathleen Buhle, su exesposa, y Zoe Kestan, su exnovia, parecía socavar los argumentos del lado de Hunter de que no podía haber estado en medio de una recaída de drogas cuando compró un revólver calibre .38, el 12 de octubre de 2018, porque “estaba actuando demasiado bien”.

¿Qué dijo su exesposa, Kathleen Buhle, en la Corte?

Buhle, quien estuvo casada con Hunter Biden desde 1993 hasta 2017, y estuvo en el estrado de los testigos por aproximadamente 25 minutos, recordó la primera vez que se dio cuenta de que Hunter consumía crack, la droga callejera adictiva.

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“Encontré una pipa de crack el 3 de julio de 2015”, dijo Buhle sobre el hallazgo en su residencia en Washington, DC. “En un cenicero en el porche lateral de nuestra casa”.

Buhle dijo que, cuando encontró la droga, había ido directo a buscarlo para cuestionarlo y finalmente admitió que consumía esta droga.

Fui a buscar a mi esposo y le pregunté qué era. Dijo que era una pipa de crack. Admitió que fumaba crack”, aseguró en la Corte.

Buhle dijo que creía que Hunter había estado envuelto en las drogas antes de ese momento, ya que había sido expulsado de la Marina el año anterior luego de dar positivo en consumo de cocaína.

Estaba preocupada, asustada. No era él mismo. Estaba enojado, de mal humor, actuando de maneras que no lo hacía cuando estaba sobrio”, aseguró la expareja de Hunter.

Buhle, quien comparte tres hijas con Hunter, dijo que comenzó a revisar regularmente el auto en busca de drogas y parafernalia para que sus hijos no encontraran ninguna evidencia de su consumo ni tuvieran problemas con la ley, en caso de ser detenidos por la policía.

Mantuvo la rutina desde 2015 hasta 2019, meses después de que se finalizara su divorcio, y dijo que encontró drogas en el auto de Hunter más de una vez.

Buhle dijo que a lo largo de la adicción de Hunter, él era capaz de trabajar e interactuar con amigos y familiares.

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No obstante, admitió que hubo momentos en los que podía darse cuenta de que estaba drogado cuando otros no lo notaban, y dijo que él trataba de ocultar su problema a amigos y familiares.

También recordó que bebía y usaba drogas al mismo tiempo.

El testimonio de su exnovia, Zoe Kestan

Por su parte, Zoe Kestan, originaria de Brooklyn que testificó bajo la promesa de inmunidad, explicó que conoció a Hunter en diciembre de 2017 en un club para caballeros de Manhattan donde trabajaba a tiempo parcial y donde ella y otra mujer realizaron un baile privado para él durante 30 minutos.

Durante ese tiempo, dijo, Hunter abrió una puerta corrediza hacia la sala privada y fumó crack a través de ella.

Hunter y Kestan se encontraron nuevamente en enero de 2018 en el hotel Soho Grand en Manhattan, donde pasaron cinco días juntos y donde, en sus palabras, Hunter fumaba crack “cada 20 minutos aproximadamente”.

Kestan dijo que era una “distracción” para Hunter y afirmó que ayudó a reducir su uso regular ligeramente, aunque aún recordaba haber visto a Biden limpiar su pipa de crack con palillos chinos o un bolígrafo desarmado, así como comprar una cantidad de droga del tamaño de una “pelota de ping-pong” en un hotel Four Seasons de un traficante llamado Frankie.

También señaló que Hunter “usaba efectivo para muchas cosas. Sé que una buena cantidad era para comprar drogas”.

A través de su cuenta bancaria en Wells Fargo, Hunter podía generar un código único que permitía a otros retirar dinero de su cuenta, explicó Kestan. Hunter una vez le dio el código, y ella testificó haberlo visto dar un código a su traficante en California.

A pesar de la afirmación del abogado defensor Abbe Lowell el día anterior de que “no existen adictos al crack altamente funcionales”, Kestan comentó sobre la capacidad de Hunter para actuar de forma normal mientras estaba drogado.

Pensé para mí misma, ‘Es una locura que su comportamiento no parezca cambiar,’” dijo Kestan. “Nunca vi un cambio inmediato en su comportamiento, lo cual realmente me confundió”

A pesar de la aparente normalidad de Hunter, Kestan dijo, había visto a Hunter perder o romper su teléfono cinco o seis veces en los nueve meses que estuvieron juntos.

¿Qué dijo la defensa de Hunter Biden?

También este miércoles, durante el juicio, el abogado defensor Abbe Lowell intentó hacer agujeros en el caso de los fiscales contra el hijo de Joe Biden durante el contrainterrogatorio del primer testigo del juicio, la Agente Especial del FBI Erika Jensen, pero los intentos de contraataque fracasaron.

Lowell pasó casi 90 minutos bombardeando a Jensen con preguntas, tratando de sugerir que Hunter solo estaba luchando con una adicción al alcohol, no a las drogas, en el momento en que compró el arma.

La defensa también insinuó un argumento de que la solicitud de compra de armas que Hunter llenó había sido alterada.

Pero los fiscales tenían pruebas listas para combatir ambos argumentos.

Lowell mostró recibos de tarjetas de crédito que mostraban que Hunter compró alcohol al menos ocho veces en octubre de 2018, en un intento de mostrar que Biden solo era un bebedor en ese momento.

Pero el fiscal Derek Hines luego le preguntó a Jensen: “¿Los traficantes de drogas aceptan tarjetas de crédito?”

No en mi experiencia,” respondió la agente.

Lowell también mostró el formulario que Hunter tuvo que llenar para comprar el arma, preguntando a Jensen sobre las tres tintas diferentes y las diferentes escrituras usadas en el formulario.

Lowell sugirió que alguien había alterado el papeleo entre el momento en que Hunter lo llenó y cuando las fuerzas del orden lo usaron en su investigación.

Hines eventualmente le preguntó a Jensen si había evidencia que sugiriera que el formulario había sido alterado, a lo que ella respondió que no.

Con información del NY Post.

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