Mueren nueve personas al día en México por envenenamiento involuntario; la mayoría son niños y adultos mayores, alerta la OMS

Cada día mueren nueve personas por envenenamiento involuntario, principalmente adultos mayores y menores de cinco años. Así lo reporta la Organización Mundial de la Salud (OMS), que advierte un crecimiento alarmante en estos casos en los últimos años.

En 2023, se registraron tres mil 300 muertes por esta causa, casi el doble de las mil 786 reportadas en 2018. La OMS señala que este incremento se debe, en parte, a la falta de recursos federales y estatales para impulsar programas de prevención, así como a la escasa información sobre productos domésticos que contienen sustancias tóxicas.

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Las principales causas de envenenamiento

Los productos que más comúnmente provocan intoxicaciones en el hogar son:

• Plaguicidas
• Medicamentos de libre acceso
• Productos de limpieza como blanqueadores y desinfectantes
• Sustancias inflamables como gasolina, aguarrás o insecticidas
• Venenos para roedores

Siete de cada diez casos ocurren dentro de las viviendas, lo que representa un riesgo significativo para niños pequeños, quienes suelen tener acceso a estos productos sin supervisión.

Peligros que representan los insecticidas domésticos

La doctora en química Sandra Bautista, de la UNAM, explica que muchos insecticidas contienen piretrinas, compuestos derivados del crisantemo.

Aunque en pequeñas cantidades no son peligrosos, su uso excesivo o prolongado puede provocar síntomas como dificultad para respirar, convulsiones, mareo, ansiedad, diarrea, náuseas, entre otros. En casos graves, pueden llevar a la muerte.

¿Qué papel juega la Cofepris en la prevención?

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió en el último año solo una alerta relacionada con un insecticida llamado Nebulix, vendido por internet sin registro sanitario. A pesar del crecimiento de casos, no se han reforzado las acciones regulatorias ni se han incrementado las advertencias públicas sobre otros productos de riesgo.

Errores comunes que aumentan el riesgo de intoxicación

Jesús Hernández, integrante de Protección Civil con más de 15 años de experiencia, advierte sobre prácticas comunes que ponen en peligro a las personas:

• Almacenamiento de productos tóxicos en envases de refresco o botellas recicladas, fácilmente accesibles para niñas y niños.
• No cerrar correctamente las llaves del gas.
• Uso de leña o carbón dentro del hogar, sobre todo en zonas rurales, lo que puede generar acumulación de monóxido de carbono, un gas letal.

¿Cómo se compara México con otros países?

Según la OMS, el envenenamiento involuntario es una problemática mundial. En Estados Unidos provoca alrededor de dos mil 100 muertes cada año. En México, la cifra asciende a 600, aunque el conteo completo es difícil por la falta de reportes oficiales estandarizados.

La organización internacional insiste en que este fenómeno requiere una respuesta integral, que combine información pública, capacitación a la población y una mejor inversión en prevención por parte del Estado.

¿Qué puede hacer la población para prevenir intoxicaciones?

Algunas recomendaciones clave son:

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• No guardar productos tóxicos en envases reutilizados.
• Mantener sustancias químicas fuera del alcance de menores.
• Leer etiquetas y seguir instrucciones de uso de productos de limpieza e insecticidas.
• Ventilar adecuadamente los espacios después de usar aerosoles.
• Evitar dormir en habitaciones recién fumigadas.
• Revisar regularmente la instalación de gas y evitar fugas.
• No utilizar braseros, carbón o leña en interiores sin ventilación.

¿Qué pide la OMS para enfrentar este problema?

La OMS subraya que es necesario un enfoque multidisciplinario para reducir las muertes por envenenamiento. Esto implica:

• Información clara para la población
• Supervisión de productos en el mercado
• Capacitación del personal de salud
• Acceso a atención médica oportuna
• Recursos para implementar políticas de prevención

El envenenamiento involuntario puede prevenirse si se toman medidas adecuadas tanto a nivel individual como institucional. La colaboración entre autoridades, profesionales de salud y ciudadanía es clave para evitar que más personas pierdan la vida por una causa que puede evitarse.

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