Récord de muertes de ballenas grises en el Pacífico mexicano en 2025; suman 91 ejemplares
Los especialistas advierten que la situación podría seguir deteriorándose si no se toman medidas firmes .

Un nuevo récord de mortandad entre ballenas grises (Eschrichtius robustus) ha sido registrado en lo que va de 2025 en el litoral del Pacífico mexicano, informó Milenio Noticias.
Hasta mediados de mayo, se han documentado 91 ejemplares muertos, cifra que supera las 88 muertes reportadas en 2020, durante un fenómeno que fue catalogado como “Evento de Mortalidad Inusual” por científicos de México, Estados Unidos y Canadá.
Este preocupante aumento ha reavivado la alarma entre expertos y organizaciones ambientalistas, quienes desde 2019 advierten sobre un deterioro persistente en el estado de salud de la población de ballenas grises.
El papel del cambio climático y el derretimiento del Ártico
De acuerdo con el doctor Jorge Urban Ramírez, coordinador del Programa de Investigación de Mamíferos Marinos (PRIMMA) de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), el principal factor detrás de esta crisis es la reducción en la disponibilidad de alimento en el Ártico, su principal zona de alimentación.
La causa de fondo, explicó el especialista, es el derretimiento del hielo marino provocado por el cambio climático. Este fenómeno ha alterado el ecosistema en el que se desarrollan las algas que alimentan a los organismos de los que dependen las ballenas grises, lo que se traduce en un severo déficit energético para estos cetáceos antes de iniciar su migración hacia México.
Están llegando a nuestras costas en condiciones de extrema debilidad, lo que las hace más vulnerables a enfermedades, colisiones con embarcaciones y ataques de orcas”, advirtió Urban Ramírez.
La Niña y el desgaste energético
Otro factor que ha complicado la situación es la presencia del fenómeno de La Niña, que enfría las aguas del Pacífico. Esto ha obligado a las ballenas a recorrer distancias más largas en busca de alimento, lo que incrementa su desgaste físico.
A pesar de que muchas mueren mar adentro y no alcanzan las playas, el número de cadáveres hallados ya es alarmante.
Se han reportado varamientos en zonas como la laguna Ojo de Liebre —la principal área de congregación—, así como en Bahía Magdalena, San Felipe, Guaymas, Mazatlán, Loreto y La Paz. Esta dispersión geográfica podría indicar alteraciones en las rutas migratorias debido a la escasez de recursos.
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Efectos en la reproducción y en la población general
La crisis también afecta a las tasas de reproducción. En 2025 solo se han contabilizado 69 nacimientos, la cifra más baja desde que se tiene registro. Según Urban Ramírez, esto se debe a que muchas hembras no contaron con suficiente energía para completar sus embarazos.
Esta tendencia ha contribuido al marcado descenso poblacional de la especie. Mientras que en 2016 se estimaban alrededor de 24 mil ballenas grises, para 2022 la cifra cayó a cerca de 14 mil ejemplares, una reducción de más del 30%.
Piden elevar nivel de protección
Aunque actualmente la ballena gris no está clasificada como especie en peligro de extinción, Urban Ramírez considera urgente aumentar su nivel de protección en la Norma Oficial Mexicana 059 de la Semarnat, de “especie bajo protección especial” a “amenazada”, dada la gravedad del fenómeno.
Los especialistas advierten que la situación podría seguir deteriorándose si no se toman medidas firmes para mitigar el cambio climático y proteger las rutas migratorias y zonas de alimentación de esta emblemática especie.
El “Evento de Mortalidad Inusual”, que se pensaba superado tras una disminución de casos en años recientes —con solo 29 muertes en 2024—, parece haber resurgido con fuerza en 2025, obligando a la comunidad científica a replantear su duración y severidad.
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