Regreso de Trump y la amenaza a la libertad de prensa: Desafíos legales y físicos para los periodistas

Estados Unidos.- El regreso de Donald Trump al poder plantea nuevos desafíos para la prensa, que enfrenta la necesidad de equilibrar la preparación ante las amenazas con el temor a represalias.

Trump ha demonizado a los periodistas, calificándolos como enemigos y sugiriendo represalias contra aquellos que considera lo han perjudicado.

Esto ha generado gran nerviosismo en los ejecutivos de noticias, quienes ahora se enfrentan a un panorama de demandas, intimidación, y ataques físicos.

Ensenada

Jayme García, reportero de GH, recibe premio de periodismo

La reciente resolución de una demanda por difamación contra ABC News, que pagó 15 millones de dólares por un error cometido por George Stephanopoulos, refleja la tensión constante entre los medios y el gobierno de Trump.

Bruce Brown, director del Comité de Reporteros por la Libertad de la Prensa, expresó que los medios deben estar conscientes de la situación y estar preparados tanto para una respuesta rápida ante los desafíos obvios como para enfrentarse a campañas prolongadas que busquen minar sus derechos.

No obstante, algunos editores, como Stephen Engelberg de ProPublica, desaconsejan una postura confrontativa antes de que Trump asuma el cargo.

Trump, por su parte, ha señalado que busca ser abierto y disponible para la prensa si es tratada justamente, pero también ha indicado que no perdonará las agresiones reiteradas.

En su segunda presidencia, los medios de comunicación se encontrarán en una posición de debilidad, tanto financiera como en apoyo público, pues Trump ha favorecido los podcasts y las redes sociales para comunicarse con sus seguidores, avivando el desdén hacia los medios tradicionales.

“Medidas” contra los periodistas de parte de Trump

Además, la administración Trump ha dejado claro que no tiene reparos en utilizar herramientas legales para frenar el trabajo de los periodistas. Por ejemplo, en la campaña presidencial, Trump demandó a CBS News y ABC News por sus coberturas y ha expresado su intención de perseguir a aquellos que considera que han mentido sobre él o sus seguidores.

La posible revocación de políticas de protección a los periodistas, como la prohibición de incautar registros de periodistas, es otra preocupación para la prensa.

Los periodistas también enfrentan amenazas físicas y digitales. Durante su primer mandato, algunos reporteros fueron investigados y apartados por cubrir temas relacionados con la inmigración.

Además, el clima hostil contra los medios puede derivar en violencia física. Activistas como Viktorya Vilk de PEN America advierten sobre el peligro de que el presidente incite agresiones contra los periodistas, como ocurrió cuando Trump mencionó que no le importaría si alguien “disparaba a través de las noticias falsas” para llegar a él.

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Jayme García, reportero de GH, recibe premio de periodismo

Por otro lado, un proyecto de ley impulsado por el senador John Kennedy busca terminar con el financiamiento público a la radio y televisión públicas, un viejo objetivo de muchos republicanos.

La Corte Suprema de Estados Unidos también está revisando precedentes legales que dificultan probar casos de difamación contra los medios.

A pesar del pesimismo, algunos ven una leve esperanza, inspirados en la experiencia de Hungría, donde el primer ministro Viktor Orbán ha tomado control de los medios de comunicación, transformándolos en una fuente de propaganda. Aunque la represión ha sido fuerte, todavía hay espacio para el periodismo independiente.

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Andras Petho, un periodista de investigación húngaro, destaca que, aunque el poder de los medios ha disminuido, su influencia no debe subestimarse.

Petho sugiere que los periodistas deben continuar su trabajo sin presentarse como una resistencia, para evitar que el gobierno les reste importancia.