“Esta persona que regresó no es Andrés”: José cuenta la experiencia de su hermano al ser reclutado por el narco, desde “canibalismo ritual” hasta combates a muerte

CIUDAD DE MÉXICO.- “Andrés”, un joven mexicano, fue víctima de una estrategia de reclutamiento del crimen organizado que utilizó una oferta de empleo falsa para captarlo.

Su historia fue compartida por su hermano “José” con Agencia Reforma para alertar a otras familias sobre estas tácticas.

Tras varios meses en un campamento del narco, “Andrés” regresó a casa, pero, según su familia, ya no es el mismo.

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Esta persona que regresó no es ‘Andrés’, todo lo que él era se lo robaron”, expresó su hermano.

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¿Cómo es el proceso de reclutamiento y entrenamiento?

El camino para los jóvenes reclutados comienza en condiciones extremas. Según el relato de “José”, al llegar al campamento, los reclutas son hacinados en un cuarto y sobreviven con raciones mínimas de agua durante una semana.

La prueba inicial consiste en sobrevivir mientras otros van cayendo. Al final, a los que logran resistir los felicitan y les dicen: ‘eres chingón, tú sí pudiste’”, explicó.

Canibalismo ritual

Uno de los momentos más impactantes del entrenamiento es el canibalismo ritual.

Según el neuropsicólogo Francisco Acosta, esta práctica fue introducida en México por mercenarios guatemaltecos en los años 90 y busca destruir las bases morales de los individuos para reforzar su lealtad al grupo.

Selección y reglas dentro del cártel

Después de las pruebas iniciales, los reclutas son sometidos a competencias con pistolas de gotcha, donde los mejores reciben un trato especial y los demás son enviados a zonas de conflicto.

Una vez dentro del cártel, los integrantes deben seguir reglas estrictas. Por ejemplo, no pueden pelear entre ellos, y quienes incumplen enfrentan castigos brutales, como combates a muerte con bates de béisbol.

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El regreso de “Andrés” y su realidad actual

“Andrés” logró regresar a casa tras tres meses de entrenamiento, pero el daño físico y psicológico es evidente.

Llegó hecho una calavera, no puede dormir, no tolera ver carne. Lo que les venden (los narcos) es sólo una mentira”, afirmó “José”.

El crimen organizado permite a quienes terminan su entrenamiento volver a casa, pero les deja las puertas abiertas para regresar cuando lo deseen, perpetuando así un ciclo de violencia y control.

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Falta de oportunidades y desigualdad orillan a los jóvenes al narco

Casos como el de “Andrés” evidencian los riesgos que enfrentan los jóvenes al aceptar ofertas de trabajo sin verificar su autenticidad.

Según el sociólogo Mauricio Carrillo, “la falta de oportunidades y la desigualdad empujan a los jóvenes a ver al narcotráfico como una opción viable”.

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Es fundamental que las familias y las autoridades trabajen juntas para prevenir estos casos y proteger a los jóvenes de las redes del crimen organizado.