Aumenta 129% violencia en Sinaloa tras captura de “El Mayo” Zambada

Sinaloa, México.- Desde la detención de Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, el pasado 25 de julio, los homicidios dolosos en Sinaloa han registrado un incremento del 129%, pasando de 127 carpetas de investigación entre mayo y julio a 291 en los tres meses posteriores.

Este incremento coincide con una intensa disputa interna en el Cártel de Sinaloa entre las facciones de “La Chapiza”, liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y “La Mayiza”, encabezada por los hijos de Zambada.

Impacto de la violencia

1. Cifras de homicidios y delitos: De agosto a octubre de 2024, se contabilizaron 291 homicidios y más de 9,174 delitos totales en la entidad. Durante octubre, los asesinatos aumentaron un 41,3% respecto a septiembre, mientras que los delitos en general subieron un 14%. Feminicidios y desapariciones también han tenido un repunte preocupante.
2. Ataques y renuncias en las fuerzas de seguridad: Asesinatos de figuras clave, como el subdirector de la Policía Municipal de Culiacán, Benjamín V. Desapariciones, incluyendo una policía municipal sustraída por un comando armado. Renuncias masivas de elementos de la Policía Municipal de Culiacán debido a la negativa de someterse a exámenes de control y confianza.

Operativos y detenciones

El gobierno estatal, liderado por el gobernador Rubén Rocha Moya, ha implementado operativos para enfrentar la crisis de seguridad, logrando capturar importantes de líderes de ambas facciones:

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• De “La Chapiza”: Omar Félix Loaiza (“El Pelón” o “El 8″), presunto responsable de ataques contra “La Mayiza”. Marcelo Ticante Castro (“El Fantasma”), exjefe de seguridad de “El Chapo”. Ramón Enrique N (“El Kiki”), líder operativo en Nuevo León.
• De “La Mayiza”: Edwin Antonio Rubio López (“El Max”), operador de “El Mayito Flaco”.

La violencia en Sinaloa refleja no solo la fractura interna del Cártel de Sinaloa, sino también el complejo panorama de seguridad en México, donde los vacíos de poder generan disputas internas.

A pesar de los “golpes al crimen” recientes, la escalada de violencia y el debilitamiento de las corporaciones policiales locales subrayan la necesidad de fortalecer estrategias de seguridad y cooperación entre autoridades estatales y federales.

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Este conflicto interno dentro del Cártel de Sinaloa es uno de los desafíos más significativos para el actual gobierno en su intento por reducir la incidencia delictiva en la región.