Condena a Genaro García Luna, el superpolicía de Felipe Calderón: Reacción de Marko Cortés y Morena

CIUDAD DE MÉXICO.-El exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, fue sentenciado a 38 años de prisión en Estados Unidos tras ser hallado culpable de aceptar sobornos del Cártel de Sinaloa, lo que generó un fuerte impacto político en México. La sentencia ha provocado diversas reacciones tanto en el Partido Acción Nacional (PAN) como en Morena, el partido en el poder.

Marko Cortés y la postura del PAN

El líder nacional del PAN, Marko Cortés, pidió al expresidente Felipe Calderón, bajo cuyo mandato García Luna fue secretario de Seguridad Pública, que explique su decisión de haberlo incorporado a su gabinete. Según Cortés, Calderón debe aclarar por qué invitó a García Luna a su equipo, si conocía las actividades ilícitas de su funcionario o, si no lo sabía, por qué no se enteró. Para Cortés, es fundamental que Calderón asuma responsabilidad por la conducta de su equipo de gobierno, ya que como titular del Ejecutivo Federal, él también es responsable de sus decisiones.

Cortés subrayó la importancia de que la justicia se aplique sin importar el partido o el gobierno involucrado, lamentando que fuera en Estados Unidos donde se dictara la sentencia y no en México. Asimismo, el PAN reiteró su postura en contra de la corrupción y pidió que se aplique todo el peso de la ley a quienes cometan delitos, independientemente de su afiliación política.

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Por otro lado, el diputado panista Federico Döring reconoció que Calderón debe asumir responsabilidad por lo bueno y lo malo que hicieron los funcionarios bajo su mando. Sin embargo, Döring también apuntó que si Calderón es señalado por los errores cometidos por García Luna, de la misma manera se debería responsabilizar al expresidente Andrés Manuel López Obrador por los escándalos de Segalmex y la violencia durante su sexenio.

Reacción de Morena y la crítica a Felipe Calderón

Desde Morena, la reacción fue fuerte. El senador Ignacio Mier afirmó que Calderón debe dar explicaciones por el desempeño de García Luna, a quien calificó como su subordinado directo. Mier sugirió que el expresidente, al ser quien dio las instrucciones a García Luna, también es responsable del fracaso en la lucha contra el narcotráfico durante su mandato. Además, expresó que, aunque Calderón no sea procesado legalmente, el peso de su conciencia será un juicio que lo acompañará por el resto de su vida.

Por su parte, Leonel Godoy Rangel, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, también de Morena, sostuvo que la sentencia a García Luna es una confirmación de los nexos entre el gobierno de Calderón y el narcotráfico, y que es el expresidente quien debe estar más preocupado por las repercusiones de este fallo. En línea similar, Ricardo Mejía Berdeja, exsubsecretario de Seguridad en el sexenio pasado, sugirió que eventualmente García Luna podría incriminar directamente a Calderón, rompiendo lo que describió como un “pacto de silencio” entre ambos.

El llamado a no desviar la atención

En contraste, Rubén Moreira, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, expresó que, aunque la sentencia contra García Luna es adecuada, advirtió que no debe ser utilizada por el gobierno actual ni por Morena como una distracción de los graves problemas de seguridad que enfrenta el país. Moreira hizo un llamado a no utilizar este caso como un espectáculo mediático y centrarse en combatir la delincuencia organizada, que sigue siendo una amenaza en diversas partes de México, como en el reciente caso de incendios de supermercados en Zapopan y la crisis en Tabasco.

La sentencia de García Luna y su impacto

La sentencia de 38 años de prisión contra Genaro García Luna marca el final de un capítulo oscuro en la historia reciente de México. Durante el sexenio de Calderón (2006-2012), García Luna fue uno de los principales arquitectos de la guerra contra el narcotráfico, una estrategia que resultó en un aumento de la violencia en el país. Sin embargo, las investigaciones demostraron que García Luna estaba coludido con el Cártel de Sinaloa, recibiendo millones de dólares en sobornos a cambio de proteger a los narcotraficantes y facilitar sus operaciones.

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A pesar de que los fiscales estadounidenses solicitaron cadena perpetua, el juez Brian Cogan dictó una sentencia de 460 meses (38 años) de prisión, considerando la gravedad de los crímenes cometidos por García Luna, quien aceptó sobornos millonarios mientras ocupaba uno de los cargos más altos en la lucha contra el narcotráfico.

Con esta sentencia, queda al descubierto una de las más grandes traiciones dentro del sistema de seguridad de México, lo que genera cuestionamientos sobre el legado de Calderón y su gobierno. Aunque Calderón no ha sido procesado judicialmente, la sombra de García Luna sigue proyectándose sobre su presidencia, y las voces que exigen explicaciones y rendición de cuentas no parecen desvanecerse.