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Parche programado para el corazón: una nueva alternativa tras un infarto

Este parche no solo administra medicamentos, sino que organiza su liberación en la misma secuencia que el corazón utiliza para sanar.

Parche programado para el corazón: una nueva alternativa tras un infarto

CIUDAD DE MÉXICO.- Un equipo de bioingenieros del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) desarrolló un parche flexible que podría colocarse directamente sobre el corazón después de un infarto. La tecnología busca promover la regeneración del tejido cardíaco, un proceso que normalmente no ocurre de forma natural. Los resultados fueron reportados en la revista Cell Biomaterials.

“Cuando alguien sufre un infarto grave, el tejido cardíaco dañado no se regenera de forma eficaz, lo que provoca una pérdida permanente de la función cardíaca”, explicó Ana Jaklenec, investigadora principal del Instituto Koch para la Investigación Integrativa del Cáncer del MIT. Cada año, más de 18 millones de personas sufren infartos en el mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.

El objetivo del parche es ofrecer un tratamiento localizado que actúe justo en el punto del daño. “Buscamos restaurar esa función y ayudar a las personas a recuperar un corazón más fuerte y resistente después de un infarto de miocardio”, señaló Jaklenec. El trabajo se realizó junto con Robert Langer, profesor del Instituto David H. Koch en el MIT.

¿Cómo funciona el parche y qué medicamentos libera?

El parche está diseñado para liberar diferentes medicamentos en momentos específicos. Para lograrlo, los investigadores utilizaron micropartículas de polímero PLGA que encapsulan los fármacos y se degradan lentamente con el tiempo. La velocidad de degradación se controla modificando el peso molecular de las partículas.

La liberación ocurre en tres fases durante las primeras dos semanas. En la primera etapa se libera neuregulina-1, que ayuda a evitar la muerte celular del tejido afectado. Luego se administra VEGF, un compuesto que promueve la formación de nuevos vasos sanguíneos. Finalmente, se libera GW788388, una molécula que reduce la formación de tejido cicatricial.

Erica Wang, autora principal del estudio, describió el proceso así:

Encapsulamos matrices de estas partículas en un parche de hidrogel, y luego podemos implantar quirúrgicamente este parche en el corazón. De este modo, realmente estamos programando el tratamiento en este material”.

Resultados en animales y posibles aplicaciones futuras

Los estudios se realizaron en ratas que habían sufrido un infarto. Al implantar el parche, los investigadores observaron una reducción del 50 % del tejido dañado y un aumento significativo en la función cardíaca. Además, la supervivencia aumentó en un 33 % en comparación con animales que no recibieron el parche o solo recibieron los fármacos por vía intravenosa.

El material del parche es biocompatible y se degrada de forma gradual. Después de un año, solo queda una capa muy fina que no interfiere con la función del corazón. “Esta es una forma importante de combinar la administración de fármacos y los biomateriales para potencialmente ofrecer nuevos tratamientos a los pacientes”, afirmó el doctor Langer.

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Aunque el parche actual requiere cirugía a corazón abierto, el equipo estudia la posibilidad de administrar las micropartículas mediante stents, lo que permitiría evitar la cirugía y facilitar su aplicación en más pacientes. El siguiente paso será probar la tecnología en modelos animales más grandes para avanzar hacia ensayos clínicos.

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