Los tiburones están perdiendo su mordida, dicen los investigadores: esta es la razón alarmante por la que podrían representar menos amenaza en el futuro

CIUDAD DE MÉXICO.- Un reciente estudio publicado en Frontiers in Marine Science alerta sobre un riesgo inesperado para los tiburones: la pérdida de dientes debido al aumento de acidez en los océanos. A pesar de estar compuestos por fosfatos altamente mineralizados, los dientes de estos depredadores no son inmunes a la corrosión provocada por la acidificación marina, explicó Maximilian Baum, biólogo de la Universidad Heinrich Heine de Düsseldorf (HHU).

Los océanos del mundo se han vuelto 30% más ácidos desde la Revolución Industrial, un cambio atribuido al incremento de dióxido de carbono emitido por automóviles, fábricas y centrales eléctricas. Este aumento en la acidez no solo afecta a los tiburones, sino también a erizos de mar, arrecifes de coral y otros organismos que dependen del bicarbonato de calcio para construir sus estructuras, advirtieron expertos.

El equipo de Baum decidió investigar cómo esta acidificación estaba afectando específicamente a los dientes de los tiburones, diseñados para cortar carne con eficiencia. Para ello, recolectaron cerca de 600 dientes desprendidos de tiburones punta negra en un acuario y los colocaron en dos tanques: uno con pH 8.1, equivalente al actual océano, y otro con pH 7.3, proyección para 2300 si las emisiones de carbono continúan al mismo ritmo.

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Pruebas de laboratorio revelan desgaste significativo

Después de ocho semanas de exposición, los dientes en el agua más ácida mostraron un deterioro aproximadamente 50% mayor que los del tanque con pH actual. Se observaron daños visibles en la superficie, incluyendo grietas, agujeros, corrosión de la raíz y degradación estructural, indicó Sebastian Fraune, jefe del Instituto de Zoología e Interacciones Organísmicas de HHU.

Aunque las imágenes en 2D hicieron que los dientes parecieran más grandes, eran más frágiles y propensos a romperse. “Estos dientes, aunque son armas formidables para cortar carne, no resisten la acidificación marina”, afirmó Baum. El problema es aún más crítico para especies como el tiburón punta negra, que debe nadar con la boca abierta constantemente para respirar, exponiendo sus dientes a un entorno ácido permanente.

Incluso una disminución moderada del pH podría afectar a especies con ciclos lentos de reemplazo dental o tener impactos acumulativos a lo largo del tiempo. Mantener el pH oceánico cercano al promedio actual de 8.1 podría ser crucial para la integridad física de estas herramientas naturales, advirtieron los investigadores.

Implicaciones para los depredadores marinos

Cabe señalar que el estudio utilizó dientes descartados de tiburones muertos, por lo que no se consideró la capacidad de los tiburones vivos de reemplazar o remineralizar sus dientes. Fraune señaló que este proceso podría ser más costoso en aguas más ácidas, afectando la energía del animal y su eficiencia para alimentarse.

A pesar de esta limitación, los investigadores concluyeron que la acidificación no solo impacta a organismos pequeños y corales, sino que también tiene consecuencias para grandes depredadores marinos. Los dientes de los tiburones, esenciales para su supervivencia, podrían volverse más frágiles si las condiciones oceánicas continúan deteriorándose.

El hallazgo subraya la vulnerabilidad de especies emblemáticas frente a cambios ambientales impulsados por la actividad humana y plantea la necesidad de medidas globales para limitar las emisiones de carbono y preservar la salud de los océanos.