¿Es normal soñar que hablas con una persona que murió? Esto dice la psicología

CIUDAD DE MÉXICO.- El duelo es un proceso psicológico que las personas atraviesan al experimentar una pérdida significativa, ya sea la muerte de un ser querido, la ruptura de una relación o incluso el fin de una etapa importante en la vida. Según un artículo de la Clínica de Psicología de la Universidad Anáhuac de México, este fenómeno implica una serie de emociones intensas y complejas, entre las que destacan tristeza, llanto, pensamientos recurrentes sobre la persona perdida y una profunda sensación de vacío.

Durante los meses posteriores a la pérdida, es común que las personas experimenten un ciclo emocional dividido en cinco etapas. Estas fases pueden presentarse de manera secuencial, simultánea o incluso repetirse a lo largo del tiempo, dependiendo de cada individuo. Negación, enojo, negociación, depresión y aceptación son las fases descritas por la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross en su teoría sobre el duelo.

El significado de los sueños con personas fallecidas

Soñar con un familiar o ser querido que ha fallecido es un fenómeno más frecuente de lo que se piensa. Desde el punto de vista esotérico, algunos creen que estos sueños representan una especie de visita desde un plano espiritual, donde el ser querido busca transmitir algún mensaje o simplemente acompañar al doliente. Sin embargo, la psicología ofrece una explicación diferente y basada en procesos emocionales.

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El psicólogo Ian Wallace explica que estos sueños pueden ser una manifestación de emociones no resueltas, en los que la mente intenta reconectar con las cualidades que definían al ser perdido. Esta necesidad de reconexión se relaciona con aspectos de la vida del soñador que, tras la pérdida, parecen haber desaparecido o cambiado significativamente.

La aceptación: el cierre de un proceso emocional

El duelo culmina con la etapa de aceptación, un momento clave en el que la persona logra comprender que la pérdida es parte del ciclo natural de la vida. Según los especialistas, alcanzar esta fase permite encontrar mayor calma y reconstruir una rutina, integrando el recuerdo del ser querido sin que este interfiera de manera dolorosa en el día a día.

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Pese a que el dolor nunca desaparece por completo, la aceptación ayuda a gestionar mejor las emociones, permitiendo que la persona avance con su vida. La importancia de reconocer y transitar estas etapas del duelo radica en evitar el estancamiento emocional y fomentar una recuperación saludable. Así, tanto la psicología como las experiencias oníricas pueden ser herramientas valiosas para encontrar consuelo y cerrar de manera simbólica un ciclo difícil.