¿De dónde viene la expresión chorcha y qué tiene que ver con el hambre de socializar?

En algunas regiones de México, cuando se habla de “chorcha”, se hace referencia a esas reuniones informales y desinhibidas, donde la diversión y la compañía de amigos son el ingrediente principal. Es una palabra que refleja el deseo de pasar un buen rato, charlando y disfrutando en un ambiente relajado y distendido. Pero, lo curioso es que, más allá del contexto social, esta necesidad de “echarnos una chorcha” tiene una base mucho más profunda de lo que pensamos: el “hambre de socializar”.

¿Qué es el “hambre de socializar”?

Aunque hoy en día contamos con múltiples formas de mantenernos conectados, como videollamadas, mensajes y redes sociales, la interacción cara a cara sigue siendo fundamental para el bienestar humano. Según un estudio realizado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), el deseo de socializar tiene una base neurológica similar a la sensación de hambre. Es decir, el cerebro responde a la necesidad de ver a nuestros seres queridos de una manera comparable a como responde cuando no hemos comido durante un largo tiempo.

“Como que se me antoja ver a mi mejor amiga” es un pensamiento recurrente para muchos, especialmente tras meses de distanciamiento social. La sensación es tan potente que, en términos neurológicos, se asemeja al deseo de algo delicioso, como un taquito de pastor bien dorado o un chocolate caliente. Según el estudio del MIT, el cerebro responde a esta necesidad social activando la misma región que se activa cuando sentimos hambre. De hecho, tras un largo período de aislamiento, la idea de ver a personas divirtiéndose juntas es capaz de despertar el mismo tipo de anhelo que tenemos cuando vemos un platillo apetitoso tras un día sin comer.

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El “hambre” de compañía

Rebecca Saxe, profesora del MIT y líder del estudio, explicó que este deseo de interacción social positiva es una necesidad humana básica. La soledad aguda, al igual que la falta de comida, es un estado que el cuerpo busca reparar lo antes posible. Cuando estamos privados de contacto humano, nuestro cerebro nos impulsa a buscar una solución, como si de un hambre se tratara. La sensación de querer estar cerca de quienes queremos no es una mera preferencia, sino una respuesta biológica a una necesidad que no puede ser ignorada.

El estudio, que recopiló datos entre 2018 y 2019, antes de la pandemia, nos muestra cómo el estrés social puede afectar nuestra motivación y comportamiento. Aunque hoy en día tenemos acceso a múltiples medios para comunicarnos, el simple acto de estar junto a los demás es fundamental para nuestra salud emocional y mental.

Chorcha: Un remedio para el “hambre social”

Así que, la próxima vez que escuches a alguien decir “se me antoja verte y echar chorcha”, no es solo una expresión divertida, sino una forma de manifestar ese “hambre” por la conexión humana.

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Origen y etimología de “Chorcha”

La expresión “chorcha” proviene del argot popular mexicano y se deriva de la palabra “choro”, que originalmente hace referencia a una charla o conversación, usualmente informal o incluso trivial. “Choro” tiene su raíz en el verbo “chorear”, que significa hablar mucho, a veces de manera incontrolada. Con el tiempo, “chorcha” fue adquiriendo el significado de una reunión social llena de diversión, charla y relajación, una especie de “fiesta” caracterizada por la informalidad y el desorden. Aunque no existe una fecha exacta de su origen, la palabra se ha consolidado como parte del lenguaje coloquial, especialmente entre los jóvenes, para describir esos momentos de interacción social animada.