“Del río al mar” Una pintura que refleja la resistencia palestina
La pintura presenta a una mujer palestina abrazando un árbol que combina dos de los símbolos más importantes de su tierra: el olivo y el naranjo.
Sliman Mansour es un artista reconocido por utilizar la simbología como herramienta para retratar la violencia y el conflicto en Palestina. En su obra From the River to the Sea (Del río al mar), logra transformar una realidad opresora en una imagen visualmente cautivadora, que invita al espectador a reflexionar sobre la resistencia y la identidad palestina.
Una obra cargada de simbolismo
La pintura presenta a una mujer palestina abrazando un árbol que combina dos de los símbolos más importantes de su tierra: el olivo y el naranjo. En un acto de protección, esta figura femenina se convierte en una alegoría de la tierra palestina, representando la resistencia frente a las agresiones y la ocupación. Su vestimenta blanca podría aludir a la pureza de la tierra, mientras que los tonos terrosos del fondo evocan la conexión inseparable del pueblo palestino con su territorio.
A través de esta obra, Mansour logra transmitir el impacto de los ataques diarios que sufren los agricultores palestinos a manos de colonos israelíes, quienes destruyen sus campos, talan árboles y expulsan a las familias de sus tierras. Sin recurrir a imágenes explícitas de violencia, el artista consigue plasmar el sufrimiento y la lucha de su pueblo.
El olivo como símbolo de resistencia
El olivo, más allá de ser un elemento visual en la obra, es un pilar económico y cultural para la sociedad palestina. La producción de aceite de oliva representa una de las principales fuentes de ingresos para muchas familias, y su destrucción intencionada afecta tanto su economía como su identidad.
Los ataques contra estos árboles han sido una constante en los últimos años. Un ejemplo significativo ocurrió el 12 de octubre en Sebastia, Nablus, donde 900 olivos y albaricoques fueron destruidos por colonos. Situaciones similares se repitieron en Awarta y At-Tuwani, donde se utilizaron químicos para dañar los cultivos y se destruyeron árboles frutales y hortalizas.
Els Debuf, jefa de la misión del Comité Internacional de la Cruz Roja en Jerusalén, señaló:
Los agricultores también sufren actos de acoso y violencia que tienen como objetivo impedir una cosecha exitosa, por no mencionar la destrucción de equipos agrícolas o el arranque y quema de olivos".
La obra de Mansour no sólo denuncia estas agresiones, sino que celebra la capacidad de los palestinos para resistir y preservar su tierra, su cultura y su identidad frente a la adversidad. A través de From the River to the Sea, el artista nos recuerda que la lucha por una Palestina libre no sólo se libra en los campos, sino también en el arte, como un acto de memoria y esperanza.
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Esta pintura, con su carga simbólica y emocional, nos invita a mirar más allá de la superficie y a reflexionar sobre el impacto humano de los conflictos territoriales, destacando la importancia del arte como herramienta de resistencia y transformación.
Con información de HA!
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