ESPAÑA-. Una inusual iglesia ha comenzado a llamar la atención en España, generando tanto admiración como controversia en las redes sociales. Se trata de la Iglesia Patólica, una religión que, desde su fundación el 28 de diciembre de 2012, ha ido ganando seguidores y notoriedad, principalmente debido a su original propuesta: venerar a los famosos patitos de goma.

Una iglesia nacida en el Día de las Bromas causa controversia en redes

Esta iglesia, claramente satírica y nacida en el Día de los Inocentes, se presenta como una parodia de la tradición católica. Sus creencias y prácticas, aunque cargadas de humor, se rigen por principios propios, entre los que destacan sus versiones de los mandamientos. Algunos de los más representativos incluyen: “Santificarás las fiestas” y “No te tomarás en serio a ti mismo”, mensajes que invitan a la diversión y la reflexión ligera sobre la vida cotidiana.

Los seguidores de esta peculiar religión, conocidos como patólicos, encuentran consuelo y un sentido de comunidad en su templo, que está adornado con figuras, vitrales e iconografía alusiva a los patitos de goma. Cada rincón del lugar rinde homenaje a estos pequeños juguetes, transformándolos en símbolos espirituales que dan sentido a la fe de sus practicantes.

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Sin embargo, la Iglesia Patólica no ha estado exenta de controversia. La sátira religiosa no ha sido bien recibida por todos, y las opiniones en las redes sociales se han dividido.

Algunos usuarios califican la propuesta como una “estupidez en su grado máximo”, mientras que otros comentan, con algo de humor negro: “Y vendrán cosas peores y algunos las considerarán normales”. Entre los comentarios más jocosos se lee: “¿Dónde está el Patito Juan?”, haciendo referencia a una versión imaginaria de un líder religioso dentro de esta comunidad.

A pesar de las críticas, la Iglesia Patólica continúa ganando seguidores, algunos buscando solo un poco de entretenimiento y otros, quizás, una forma diferente de interpretar las creencias tradicionales.

Lo que está claro es que esta religión, aunque ligera y de carácter humorístico, ha dejado una marca en el panorama cultural español, demostrando una vez más que la sátira y la irreverencia pueden generar debates y reacciones intensas en pleno siglo XXI.