Ofelia entre las flores: Una interpretación onírica de la tragedia
La obra de Redon no busca tanto representar la escena de manera directa como transmitir una sensación, un estado emocional más que físico.
La obra Ofelia entre las flores (título original Ophelia among the flowers) de Odilon Redon, exhibida en la National Gallery de Londres, es una pieza que no solo captura la tragedia de Hamlet, sino que también ofrece una reflexión profunda sobre el simbolismo y la ambigüedad. Con una técnica en pastel sobre un lienzo de 64 × 91 cm, Redon crea una atmósfera etérea y ambigua que invita a la interpretación, dejando en el aire una pregunta esencial: ¿Está Ofelia muerta o simplemente dormida?
En esta obra, Redon opta por la indeterminación, alejándose de la representación literal de la muerte. Mientras que en las versiones más tradicionales de la escena, como las de los románticos y los prerrafaelitas del siglo XIX, la imagen de Ofelia flotando en el agua era explícita y detallada, Redon elige un enfoque más abstracto. La figura de Ofelia, apenas un borrón de colores difusos, se mezcla con las flores que la rodean, creando una visión onírica que parece desafiar las fronteras entre el sueño y la muerte. El uso de los pasteles, en lugar de los tonos fuertes y dramáticos, contribuye a esa sensación de irrealidad y suavidad, haciendo que el ahogamiento más famoso de la literatura sea casi intangible.
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La obra de Redon no busca tanto representar la escena de manera directa como transmitir una sensación, un estado emocional más que físico. En palabras del propio artista:
Mis dibujos inspiran y no se definen. Nos sitúan, como lo hace la música, en el reino ambiguo de lo indeterminado”.
Para Redon, el arte debía hacer visible lo invisible, una búsqueda que compartía con los simbolistas, quienes preferían evocar sensaciones y emociones en lugar de capturar la realidad de forma literal. Al igual que sus compañeros de movimiento, Redon desmantela el mundo de las apariencias para introducirnos en un universo más profundo y onírico, en el que la muerte, el sueño y la mitología se entrelazan.
El tema de Ofelia ahogada fue ampliamente explorado durante el siglo XIX, y artistas de diversas corrientes lo abordaron desde distintas perspectivas. Sin embargo, la versión de Redon se distingue por su enfoque decorativo y su influencia de las estampas japonesas, que a la vez suavizan y enriquecen la representación, llenando la composición de luminosidad y vida a través del pastel.
Esta obra es un claro ejemplo de cómo el arte puede desafiar las convenciones, ofreciendo una visión que no busca respuestas claras, sino una experiencia sensorial que nos invita a reflexionar sobre los límites entre la vida y la muerte, la realidad y el sueño.
La ambigüedad de Ofelia entre las flores nos recuerda que, en el arte, la belleza muchas veces reside en lo incierto y lo indefinido.
Con información de HA!
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