“A.I God”: Robot pinta su primera “obra de arte” y se subasta por $1.3 millones de dólares

ESTADOS UNIDOS.- La inteligencia artificial ha avanzado considerablemente durante los últimos años, consiguiendo maestría en diversos ámbitos, aunque una de las temáticas que las personas aseguraban que jamás sucedería estaba en el sector del arte y su cualidad creativa.

No obstante, la primera obra de arte hecha por un robot humanoide con Inteligencia Artificial (IA) que llega a una subasta alcanzó en Sotheby’s de Londres un precio de venta récord: cerca de $1.08 millones de dólares.

La obra de arte titulada “A.I God”, creada por el robot humanoide Ai-Da, ha marcado un hito en el mercado del arte al ser la primera pieza realizada por un robot en venderse por más de un millón de dólares. Asimismo, la subasta que se llevó a cabo en la prestigiosa casa Sotheby’s batió por completo los récords.

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Esta venta se considera un momento crucial en la historia del arte moderno y contemporáneo, resaltando la conexión creciente entre la IA y el arte.

Sobre la obra de la inteligencia artificial

“Ai-Da” es descrita como “la artista perfecta para discutir los desarrollos actuales de la tecnología y su legado”, según señaló Aidan Meller, creador del robot. Asimismo, “Ai-Da” es capaz de generar ideas y expresar sus pensamientos en diversas obras de arte.

Es necesario señalar que Ai-Da no es reciente, ya que su origen se remonta a 2019, cuando fue concebida como un generador de arte de inteligencia artificial implementado en un robot realista. El robot ganó atención internacional cuando fue capaz de dibujar personas a la vista con un lápiz, utilizando su mano biónica y cámaras en sus ojos.

En palabras del creador, el robot invita a la audiencia a reflexionar sobre la naturaleza divina de la inteligencia artificial; y no solo eso, también sobre la informática, aludiendo al sujeto de su obra, Alan Turing, cuya representación invita a un diálogo sobre las implicaciones éticas y sociales.

Sobre la obra de arte de la inteligencia artificial

La obra de Ai-Da también tiene fuertes influencias del siglo XX, como las de Pablo Picasso y Doris Salcedo, explorando cuestiones como la autoridad y la fragilidad de la agencia humana a través de su estilo visual fracturado. Meller, además, destacó que los “tonos apagados y los planos faciales rotos” de la pieza tienen su propia interpretación, ya que evocan los desafíos anticipados por Turing en la década de 1950.

Una parte crucial de este evento es la reflexión sobre si las máquinas son aptas para pensar, una pregunta que propuso Turing y que Ai-Da, como reflejo de su visión, busca explorar con su obra subastada por miles de dólares.

Asimismo, “A.I God” no solo posiciona a Ai-Da junto a los artistas contemporáneos, sino que su obra nos obliga a confrontar la “evolución de la definición de lo que significa crear, pensar y ser”.

Ai-Da toma su nombre de Ada Lovelace, pionera de la informática, y fue concebida en Oxford por un equipo de programadores, robotistas, expertos en arte y, además, psicólogos. Desde su presentación hace más de cinco años, el robot ha evolucionado de dibujar y escribir poesía a desarrollar complejas habilidades pictóricas, a través de una tecnología que se actualiza de forma constante.