La ciencia está descubriendo cómo borrar los recuerdos: ¿La película Eterno resplandor de una mente sin recuerdos se volverá canon?
Técnicas como el Decoded Neurofeedback (DecNef) permiten a las personas modificar recuerdos negativos, reduciendo su impacto emocional.
CIUDAD DE MÉXICO.- En la actualidad, la posibilidad de borrar recuerdos ha dejado de ser solo una idea sacada de la ciencia ficción para convertirse en una opción real en el campo de la neurociencia. Aunque todavía se encuentra en etapas experimentales, científicos están desarrollando métodos para ayudar a las personas a modificar o eliminar memorias no deseadas, especialmente aquellas que causan estrés o dolor emocional. Esta tendencia se inspira en conceptos que se vieron en películas como Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, donde se explora la idea de eliminar memorias para liberarse de su carga emocional.
Uno de los avances más prometedores en este ámbito es el Decoded Neurofeedback (DecNef), un procedimiento que combina resonancia magnética con algoritmos de inteligencia artificial para entrenar al cerebro en el control de recuerdos negativos. A través de esta técnica, los individuos pueden aprender a “reaprender” a ver sus recuerdos desde una perspectiva más neutral, lo que les permite disminuir el impacto emocional de situaciones dolorosas. Con el tiempo, y con la repetición de estas sesiones, el cerebro puede reinterpretar los recuerdos y reducir emociones intensas como el miedo, la tristeza o el dolor.
El DecNef representa un avance significativo en la neurociencia, pues ofrece la posibilidad de abordar no solo los recuerdos dolorosos, sino también las emociones que estos generan. El objetivo es ayudar a las personas a vivir con menos carga emocional, lo que, en última instancia, podría mejorar su bienestar mental y emocional. La efectividad de este método podría marcar un antes y un después en el tratamiento de trastornos como la depresión o la ansiedad, que muchas veces están relacionados con recuerdos traumáticos persistentes.
Otras técnicas experimentales: la optogenética
Además de DecNef, otra técnica en desarrollo es la optogenética, que se encuentra en fases experimentales con animales. Esta tecnología permite a los científicos activar o desactivar células específicas del cerebro mediante impulsos de luz, lo que les da la capacidad de manipular memorias a un nivel muy preciso. En pruebas realizadas con ratones, se ha logrado “desactivar” recuerdos de miedo, un avance que abre la puerta a posibles tratamientos para trastornos como el estrés postraumático.
Este tipo de avances podría cambiar la manera en que abordamos los trastornos mentales graves. Si los científicos logran adaptar esta técnica a los humanos, podrían ofrecer soluciones directas para personas que sufren de trastornos relacionados con experiencias traumáticas, como los veteranos de guerra o personas que han sido víctimas de abuso. Al eliminar o modificar recuerdos de situaciones extremas, se podría aliviar su sufrimiento y ayudarles a recuperar una vida más equilibrada y saludable.
Sin embargo, a pesar de los avances y las posibilidades de tratamiento que ofrecen estas tecnologías, persisten importantes interrogantes sobre su aplicabilidad en seres humanos. La manipulación de recuerdos plantea desafíos éticos complejos que deben ser cuidadosamente considerados antes de que se convierta en una herramienta accesible para el público general.
Un dilema ético: ¿deberíamos borrar recuerdos?
Aunque los avances en neurociencia son impresionantes, las preguntas éticas sobre la manipulación de la memoria siguen siendo un tema controversial. Los recuerdos son una parte fundamental de nuestra identidad, y alterarlos podría tener consecuencias profundas en la forma en que entendemos quiénes somos. Si bien borrar recuerdos traumáticos podría ser beneficioso para la salud mental de algunas personas, también podría implicar la pérdida de experiencias valiosas que conforman nuestra personalidad y nuestra historia.
Además, surge la cuestión de quién debería tomar las decisiones sobre qué recuerdos se pueden modificar o eliminar. ¿Debería ser una elección personal o debería haber regulaciones estrictas para garantizar que no se abuse de estas tecnologías? Si bien la idea de borrar recuerdos negativos parece atractiva, la manipulación de la memoria podría cambiar la naturaleza misma de la conciencia humana, lo que plantea dudas sobre sus efectos a largo plazo en la sociedad.
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Por ahora, estas tecnologías se encuentran en una fase experimental y no están disponibles para el público en general. Aunque los avances en neurociencia sugieren que estamos cada vez más cerca de una era en la que será posible borrar recuerdos intencionalmente, todavía se requiere mucha investigación y reflexión ética antes de que esto se convierta en una práctica común. Por ahora, el “borrado de recuerdos” sigue siendo una promesa en desarrollo, pero algún día podría ser una herramienta terapéutica revolucionaria para aquellos que luchan con el peso de sus recuerdos.
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