El origen de “Con la vara que mides, serás medido” y su lección de vida

MÉXICO.-Las expresiones y los refranes son sumamente importantes para la cultura de una nación; estas moldean el imaginario colectivo, y no solo eso, permiten transmitir conocimiento e información a lo largo de las generaciones.

Entre los refranes que más revisten de interés, sin duda alguno el de “con la vara que mides, serás medido" es uno de los más populares, pues resuena profundamente en el imaginario colectivo y como recordatorio de justicia y reciprocidad.

Este dicho invita a la reflexión sobre nuestras acciones y juicios hacia los demás, recordándonos que lo que hagamos o digamos tiene una manera de regresar a nosotros.

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En otras palabras, quien critique o juzgue a alguien de cierta forma, puede esperar un tratamiento similar cuando le toque ser evaluado.

Este refrán es importante porque nos enfrenta a la realidad de la justicia universal o karma: lo que damos, recibimos. En la vida cotidiana, esto cobra importancia en situaciones laborales, familiares o incluso en redes sociales, donde los juicios pueden ser implacables. Actuar de forma justa y medir a los demás con respeto no solo contribuye a una convivencia sana, sino que además evita que, en un futuro, nosotros mismos suframos ese juicio severo que un día aplicamos a alguien más.

Conoce el origen y significado detrás de este refrán

El significado de “Con la vara que mides, serás medido” tiene su raíz en el principio de igualdad. En esencia, nos dice que debemos ser conscientes de cómo tratamos a los demás, pues podríamos recibir el mismo trato. Este refrán resalta la importancia de la empatía y la prudencia, sugiriendo que, si somos justos y compasivos, lo mismo se nos devolverá. A la inversa, si juzgamos duramente o de manera injusta, es probable que en algún momento recibamos ese mismo juicio.

Este refrán tiene sus raíces en textos bíblicos. En el Evangelio de Mateo, se menciona la frase: “Con la medida con que mides, serás medido”. En su contexto original, esta frase se refiere a la misericordia y al juicio. Sin embargo, el refrán se ha popularizado y adaptado a través de generaciones, evolucionando para aplicarse a diversas situaciones en las que los actos de una persona regresan a ella, a veces con consecuencias no deseadas.

Curiosidad

Si bien este refrán refleja una versión moral del “ojo por ojo” que conocemos del Código de Hammurabi, lo interesante es que se ha convertido en una especie de código personal para muchos. Algunas personas incluso llevan pulseras o tatuajes con este dicho para recordar constantemente que la justicia y la empatía son caminos de ida y vuelta. Aunque la idea de reciprocidad no es exclusiva de la cultura occidental, en muchas filosofías orientales existe el concepto de karma, que comparte una idea similar: lo que das, regresa.