La ciudad francesa que sorprende con la mejor calidad de vida del mundo

A pesar de su reputación, Grenoble, una ciudad al sureste de Francia, ha sido recientemente nombrada la mejor del mundo en calidad de vida por el Índice Global de Ciudades de Oxford Economics, superando a 999 ciudades de todo el planeta con una puntuación perfecta de 100 sobre 100. Este reconocimiento, que evalúa aspectos como la esperanza de vida, el ingreso per cápita, la igualdad de ingresos, el gasto en vivienda, los espacios recreativos y la velocidad de internet, rompe los estereotipos negativos que muchos tenían sobre la ciudad.

Cuando se piensa en Grenoble, la imagen de una ciudad industrial, con altos niveles de contaminación y problemas de delincuencia puede venir a la mente. Sin embargo, esta percepción está desactualizada, especialmente desde que, en 2014, la ciudad eligió a su primer alcalde verde, quien ha impulsado significativas mejoras medioambientales, como la construcción de carriles para bicicletas y la ampliación del sistema de tranvías, reduciendo considerablemente la contaminación.

Parte de lo que hace de Grenoble un destino único es su cercanía con la naturaleza. Rodeada por tres parques regionales -Vercors, Chartreuse y Belledonne-, la ciudad se convierte en un paraíso para los amantes de las actividades al aire libre. Durante el invierno, los habitantes de Grenoble pueden disfrutar de estaciones de esquí a solo 20 minutos en coche del centro de la ciudad, donde un pase de remontes cuesta apenas 15 euros, una fracción de lo que cuesta en los Alpes más concurridos. En verano, los mismos parques ofrecen rutas para senderismo y ciclismo, como el popular sendero hacia las cascadas de Cirque de Saint-Même en el Parque Chartreuse.

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Uno de los grandes atractivos de Grenoble es su asequibilidad en comparación con otras ciudades francesas. Con una renta media de 13 euros por metro cuadrado, alquilar un apartamento cuesta en promedio unos 640 euros mensuales, muy por debajo de lo que se paga en París o incluso en Lyon, situada a una hora de distancia. Esta asequibilidad contribuye significativamente al bienestar de sus residentes, demostrando que no es necesario gastar una fortuna para disfrutar de una buena calidad de vida.

A pesar de su tamaño relativamente pequeño, Grenoble cuenta con una vibrante vida cultural. Su museo, el Musée de Grenoble, alberga una excelente colección de arte del siglo XX, incluyendo obras de Matisse, Picasso y Warhol.

Además, con una población estudiantil de 65,000 jóvenes, el ambiente nocturno es animado y variado. El bar 1900, en la Plaza Notre Dame, es un lugar emblemático donde locales de todo tipo, desde deportistas hasta actores, se reúnen para disfrutar de su cóctel especial, el “Le P’tit Vélo”.

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Guía práctica para visitar Grenoble:

• Dónde comer: El restaurante Canopy, con su terraza de 360 grados y un menú de tres platos por solo 22 euros, es ideal para disfrutar de una comida con vistas a las montañas. En el centro, el bistrot Et Si ofrece opciones vegetarianas frescas y de temporada.
• Actividad recomendada: Para una experiencia inolvidable, Canoe Grenoble organiza paseos en kayak al atardecer por el río Isère, una oportunidad única de ver la ciudad iluminada y enmarcada por las montañas.
• Dónde alojarse: La experiencia de dormir en una tienda suspendida de un acantilado, ofrecida por la École de Porte, es perfecta para los más aventureros. Para una opción más convencional, el hotel Art Deco 1924 es una excelente elección, a minutos de la estación de tren y con tarifas desde 87 euros por noche.
• Cómo llegar: Grenoble cuenta con vuelos estacionales desde aeropuertos británicos como Bristol y Gatwick. Además, un tren directo desde París Gare de Lyon permite llegar en tres horas, o bien desde Londres St Pancras a través de Trainline.

Con información de The Telegraph.