La maestra que no dio clases por 20 años y se ofendió cuando la despidieron

CIUDAD DE MÉXICO.- En un sorprendente caso que ha captado la atención mundial, se reveló la insólita historia de una profesora italiana que durante más de dos décadas logró evitar cumplir con sus obligaciones laborales sin dejar de recibir su salario. Cinzia Paolina De Lio, una docente de historia y filosofía en un colegio de Venecia, se ganó el apodo de “profesora fantasma” por sus reiteradas ausencias justificadas con excusas que iban desde enfermedades familiares hasta accidentes laborales.

El caso salió a la luz cuando un grupo de estudiantes, cansados de su comportamiento, decidieron denunciar su falta de asistencia y la negligencia con la que impartía las clases cuando llegaba a presentarse. Las autoridades escolares realizaron las investigaciones correspondientes y concluyeron que era necesario despedirla. Lo que comenzó como un rumor entre los alumnos se convirtió en una investigación de mayor escala que involucró al Ministerio de Educación italiano.

Excusas sin fin y clases improvisadas

Durante los más de 20 años que De Lio trabajó en la institución, sus ausencias se volvieron la norma. Los medios de comunicación locales informaron que la profesora tenía una amplia variedad de pretextos para justificar su inasistencia. Alegaba enfermedades personales, problemas familiares, o que asistía a congresos y conferencias, entre otras justificaciones. Sin embargo, las pocas veces que se presentaba en el aula, improvisaba las lecciones y no prestaba atención a sus estudiantes, lo que generó descontento.

Los alumnos también denunciaron que la profesora solía olvidar los textos escolares y utilizaba los de los propios estudiantes para dar la clase. Además, se distraía con su teléfono celular, respondiendo mensajes y evitando revisar las tareas o exámenes de forma adecuada. Esta situación colmó la paciencia de los estudiantes, quienes finalmente decidieron tomar acción y exponer la situación ante las autoridades.

Proceso de despido y apelaciones

En 2017, tras la primera denuncia formal, el Ministerio de Educación inició un proceso para evaluar el desempeño de la docente. Aunque se decidió proceder con su despido, De Lio apeló la decisión, argumentando que la investigación había sido apresurada y sin el debido análisis de su labor. Sorprendentemente, logró regresar a las aulas por un breve periodo debido a la intervención de un juez que le dio la razón en su apelación.

Sin embargo, el caso no terminó ahí. La autoridad estatal italiana no se dio por vencida y llevó el caso al Tribunal de Casación, donde se descubrió la verdad: en sus 24 años de empleo, la profesora había faltado al trabajo durante más de dos décadas. Finalmente, se dictaminó su despido con justa causa, aunque no sin polémica.

Una vida académica paralela

A pesar del escándalo, la profesora no parece haber estado inactiva durante sus años de ausencias. De acuerdo con los medios italianos, De Lio utilizó su tiempo libre para continuar formándose académicamente. Se inscribió en el Colegio de Periodistas y logró completar tres carreras universitarias, especializándose en criminología, historia de la medicina y terapia con animales.

El caso de Cinzia Paolina De Lio ha generado una ola de críticas hacia el sistema educativo italiano, ya que muchos se preguntan cómo fue posible que durante tantos años nadie notara la gravedad de la situación. Las autoridades han anunciado que tomarán medidas para evitar que este tipo de situaciones se repitan en el futuro.

Repercusiones mediáticas

El caso de la “profesora fantasma” ha despertado un interés mediático internacional, y medios como La Repubblica intentaron obtener declaraciones de De Lio. A sus 56 años, la docente, que ahora es famosa a nivel global, simplemente comentó que su caso “era único y surrealista” y que no daría más entrevistas, ya que estaba disfrutando de su tiempo libre en la playa.

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Este insólito episodio ha dejado una huella en la opinión pública italiana y en el sistema educativo, recordando la importancia de una supervisión más estricta en el ámbito laboral, especialmente cuando se trata de la educación de futuras generaciones.