En un futuro todos podríamos tener chips cerebrales para ayudar a recordar dónde están nuestras llaves: expertos

ESTADOS UNIDOS.- El psicólogo Michael Kahana, de la Universidad de Pensilvania, ha dedicado más de 30 años al estudio de la memoria. Su enfoque no solo se limita a enfermedades como el Alzheimer o las lesiones cerebrales traumáticas, sino que también examina los fallos de memoria que afectan a todas las personas, sin importar su estado de salud. Según Kahana, la memoria puede fluctuar a lo largo del día, lo que llevó a su equipo a preguntarse cómo se podría lograr que el cerebro funcione siempre en su “modo óptimo”.

Kahana y su equipo realizaron un estudio innovador en el que aplicaron impulsos eléctricos directamente al cerebro de 47 pacientes con epilepsia, utilizando electrodos ya implantados como parte de su tratamiento. Este experimento tenía como objetivo intervenir justo cuando ocurría un fallo de memoria, logrando una mejora del 28% en la capacidad de recordar. Estos resultados fueron más alentadores de lo esperado, lo que ha hecho que Kahana vea un futuro prometedor en la investigación sobre la neuroterapia.

El éxito de este experimento no solo representa un avance en el tratamiento de enfermedades que afectan la memoria, sino que también ofrece una posible solución a los fallos cotidianos de la memoria, como olvidar dónde se dejaron las llaves o si se tomó la medicación.

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Interfaces cerebro-computadora: una nueva frontera

La investigación de Kahana se inserta en un contexto más amplio, donde diversos científicos están explorando las interfaces cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés). Estas interfaces permiten que personas con discapacidades, como la parálisis o la pérdida del habla, utilicen dispositivos digitales solo con sus pensamientos. Un ejemplo es el caso de Casey Harrell, un hombre con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), quien ha recuperado su voz gracias a un implante cerebral que convierte sus pensamientos en palabras.

Asimismo, Neuralink, la startup neurotecnológica fundada por Elon Musk, también está desarrollando dispositivos BCI. Recientemente, un paciente que quedó paralizado tras un accidente recibió un implante de Neuralink y ha podido controlar un cursor de computadora mediante su mente. Este tipo de tecnología podría cambiar la vida de millones de personas en los próximos años.

Sin embargo, a pesar de estos avances, algunos científicos advierten sobre la necesidad de mantener un enfoque ético en el desarrollo de estas tecnologías. El objetivo, según expertos, debe ser restaurar funciones perdidas debido a enfermedades o lesiones, en lugar de buscar mejorar las capacidades humanas de manera exagerada.

El futuro de la neurotecnología y sus aplicaciones

Las investigaciones sobre la memoria y las interfaces cerebro-computadora avanzan rápidamente. En Suiza, un equipo de la École Polytechnique Federale de Lausanne ha desarrollado un dispositivo capaz de convertir pensamientos en texto con una precisión del 91%, abriendo la puerta a nuevas aplicaciones en la comunicación y el tratamiento de enfermedades neurológicas.

Kahana, por su parte, es optimista respecto al futuro de estas tecnologías, pero reconoce que todavía existen desafíos. Uno de los principales es la necesidad de realizar cirugías cerebrales para implantar los dispositivos, lo cual implica riesgos. No obstante, él cree que los avances en tecnología han hecho que este tipo de procedimientos sean cada vez más seguros.

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La investigación en neurociencia y neuroterapia continúa expandiéndose, y el trabajo de Kahana y otros científicos marca el comienzo de una nueva era en el tratamiento de trastornos cognitivos. Si los resultados preliminares siguen siendo positivos, podríamos estar a pocos años de tecnologías que ofrezcan mejoras significativas para personas con enfermedades graves y discapacidades.